¿Cuáles son los síntomas del retinoblastoma?
Los síntomas pueden variar, pero suelen ser los siguientes:
- Leucocoria: también se conoce como pupila blanca o pupila de gato. Cuando se proyecta una luz en la pupila, el centro del ojo se torna blanco.
- Estrabismo: también se denomina ojos cruzados u ojos bizcos.
- Dolor, enrojecimiento o hinchazón alrededor de uno o los dos ojos.
- Cambios o deterioro de la vista.
¿Cómo se diagnostica el retinoblastoma?
Si el médico sospecha que su hijo tiene retinoblastoma, el niño deberá someterse a otras pruebas para confirmar el diagnóstico y determinar el mejor curso de tratamiento. Las pruebas más comunes para detectar el retinoblastoma son:
- Un examen completo de la vista y la historia clínica
- Examen oftalmoscópico: con el niño bajo los efectos de la anestesia, el médico le dilata las pupilas para examinar la retina.
- Ecografía del ojo.
- Tomografía computarizada (TC o TAC).
- Resonancia magnética (IRM).
- Punción lumbar.
- Análisis de sangre
- Pruebas genéticas y de ADN.
El diagnóstico del retinoblastoma también comprende la estadificación y clasificación de la enfermedad, lo cual determina las opciones de tratamiento y el pronóstico. La estadificación es el procedo de determinar si el cáncer se diseminó y, si es así, en qué medida. Los métodos de estadificación varían. Recomendaremos otras pruebas y un curso de acción dependiendo de cada caso.
¿Cuáles son los exámenes de detección para el retinoblastoma?
No existen exámenes de detección ampliamente recomendados para el retinoblastoma, pero es posible que se detecte durante un examen físico o examen de la vista de rutina. En el caso de niños con riesgo elevado de contraer retinoblastoma hereditario, un control más intenso en los primeros años de vida puede permitir detectarlo en su fase inicial.