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Los tumores neuroendocrinos digestivos normalmente no presentan signos o síntomas perceptibles. Además, los síntomas son los mismos que otros trastornos gástricos.
En los casos en los que sí se presentan síntomas, estos son:
La mayoría de los tumores neuroendocrinos digestivos son difíciles de diagnosticar porque no producen ningún síntoma, o los síntomas que presentan no son específicos de los tumores neuroendocrinos. Con frecuencia, estos tumores se detectan accidentalmente durante un examen de imagenología.
Si el médico sospecha que usted tiene un tumor neuroendocrino digestivo, podría hacerle un examen físico e indagar acerca de su historia clínica. El médico también podría ordenar pruebas diagnósticas, tales como análisis de sangre y de orina. Además, le pedirá que se realice estudios de diagnóstico por imágenes, tales como tomografías computarizadas, ecografías o tomografías por emisión de positrones (PET).
Su equipo de atención también podría decidir hacer una biopsia del tumor. Durante este procedimiento extraeremos un trocito de tejido del tumor o de una zona sospechosa y un patólogo lo examinará bajo un microscopio para determinar si tiene células cancerosas.
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