En muchos casos, los tumores óseos son indoloros pero a medida que crecen pueden provocar hinchazón alrededor del hueso afectado y los tejidos circundantes. Estos síntomas suelen empeorar por la noche o cuando el hueso o la extremidad se pone en funcionamiento, por ejemplo, al caminar.
También es común que los tumores óseos debiliten el área del hueso en la que están ubicados y provoquen fracturas.
Entre otros síntomas del cáncer de hueso se encuentran:
La alianza de Miami Cancer Institute con Memorial Sloan Kettering Cancer Center le otorga a su equipo de atención acceso a una unidad de patología especializada que ayuda a identificar el tipo exacto de cáncer. Determinar el tipo específico de cáncer permite a los oncólogos elaborar un plan de tratamiento más individualizado y eficaz.
Asimismo, nuestros especialistas en cáncer de hueso tienen reuniones cada dos semanas, llamadas juntas multidisciplinarias para revisión de tumores, en las que colaboran con oncólogos radioterápicos, oncocirujanos, patólogos y oncólogos médicos, que son expertos en sarcomas. Estas juntas periódicas permiten a su equipo formular el mejor tratamiento para su caso.
Si su médico sospecha que usted tiene un tumor óseo, podría hacerle un examen físico e indagar acerca de su historia clínica personal y familiar. El médico también podría ordenar pruebas diagnósticas, tales como análisis de sangre. Además, probablemente deba hacerse estudios de imagenología, como radiografías, tomografías computarizadas, tomografía por emisión de positrones (PET) o resonancias magnéticas.
Una vez que finalice las pruebas de diagnóstico y de imagenología, es posible que el equipo le haga una biopsia. Durante este procedimiento extraeremos un trocito de tejido del tumor o de una zona sospechosa y un patólogo lo examinará bajo un microscopio para determinar si tiene células cancerosas.
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