Una opción de tratamiento mínimamente invasivo para el cáncer de próstata
El objetivo del tratamiento del cáncer de próstata es destruir las células cancerosas sin dañar los tejidos y células sanos. En Eugene M. & Christine E. Lynn Cancer Institute contamos con la tecnología que hace esto posible.
Si padeces un cáncer de próstata en fase inicial que no se ha diseminado a otras partes, nuestros expertos en cáncer de próstata podrían recomendarte el ultrasonido focalizado de alta intensidad (HIFU) para atacar y tratar tu enfermedad. Este tratamiento mínimamente invasivo y ambulatorio es capaz de destruir tu cáncer de próstata sin necesidad de hacer incisiones, sin cirugía y sin radiación. Además, tendrás un menor riesgo de sufrir efectos secundarios.
¿Qué es el ultrasonido focalizado de alta intensidad?
La tecnología HIFU, como la de nuestro sistema Focal One® Robotic HIFU, funciona de la misma manera que los rayos del sol cuando atraviesan una lupa y se concentran en un punto específico. Al concentrar ondas ultrasónicas de alta intensidad en células cancerosas específicas, la HIFU calienta y destruye las células sin dañar ninguna de las células sanas que las rodean. Básicamente, las ondas sonoras golpean las células cancerosas del paciente a una velocidad tal que las calienta, interrumpe el riego sanguíneo y las destruye.
Ventajas del tratamiento con HIFU
La tecnología HIFU existe desde hace décadas y se la considera una tecnología segura, comprobada y precisa que no afectará tus nervios ni tus músculos. Por tanto, es la herramienta ideal para atacar únicamente las células cancerosas de la próstata.
Nuestro HIFU Focal One® es un sistema de última generación que nos permite personalizar el tratamiento del cáncer de próstata en función de tu cáncer y anatomía específicos. Mediante imágenes generadas en tiempo real, nos concentramos en tus células cancerosas en una sola sesión mientras estás bajo anestesia general. El procedimiento se puede repetir, de ser necesario.
En las investigaciones recientes se ha demostrado que Focal One® es tan eficaz como los tratamientos tradicionales contra el cáncer de próstata, pero produce menos efectos secundarios. Un estudio a gran escala de 46 centros y 3,000 pacientes demostró que los hombres tratados con Focal One® tenían menos incontinencia y mejor función eréctil que aquellos sometidos a prostatectomía radical, es decir, extirpación de la próstata.
En general, el tratamiento con HIFU ofrece varios beneficios, entre ellos:
- mejor calidad de vida con un tiempo mínimo alejado del trabajo y de las actividades que más te gustan;
- riesgo reducido de sufrir efectos secundarios, incluida la incontinencia y la disfunción eréctil;
- se trata de un procedimiento no invasivo sin bisturí, sin incisiones, cicatrices ni radiación.
Qué puedes esperar del tratamiento de HIFU con Focal One®
Tu tratamiento de HIFU con Focal One® durará entre 45 minutos y una hora. Te administraremos anestesia general, por lo que no sentirás ni recordarás nada y alguien tendrá que llevarte a casa después. Una vez dormido, nuestros expertos utilizan una sonda de ultrasonidos insertada en el recto para recoger imágenes en tiempo real y crear una reconstrucción en 3D de la próstata.
Combinamos este modelo con tus imágenes de resonancia magnética y estudios de biopsia para determinar la localización exacta del cáncer. Nuestros expertos planifican cada paso de tu procedimiento. El sistema Focal One® utiliza ese plan para determinar cuántas lesiones tienes y produce ondas HIFU para destruir esas células.
Después de tu tratamiento, te colocamos temporalmente una sonda —un tubo fino y flexible— en la uretra; de esta forma podrás orinar y vaciar la vejiga hasta que la hinchazón desaparezca. Podrás irte a casa poco después de que finalice el procedimiento.
Tu atención de seguimiento comienza unos días después del tratamiento. Cuando vuelvas para tu primera cita de seguimiento, te retiraremos la sonda. Para verificar tu respuesta al tratamiento, te haremos análisis de sangre para comprobar tus niveles de antígeno prostático específico (PSA) a los tres, seis y doce meses. Además, tomaremos imágenes de resonancia magnética y realizaremos biopsias adicionales, de ser necesario.
Conozca a nuestro equipo
David A. Taub, M.D.
Director de Oncología Urológica y Urología Robótica
Preguntas más frecuentes
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El tratamiento funciona mejor para el cáncer en fase inicial que se limita a la próstata. Su equipo de atención médica le explicará si el tratamiento con HIFU es una opción adecuada para usted.
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Antes de acudir al centro quirúrgico en la mañana de la intervención, se colocará un enema para limpiar el recto. Cuando comience el tratamiento, los médicos le administrarán anestesia general y permanecerá dormido durante todo el procedimiento. A continuación, le introducirán una sonda ecográfica por el recto. Mediante este instrumento se combinan las imágenes ecográficas en tiempo real con las de la resonancia magnética que se hizo previamente y los resultados de la biopsia. El médico utilizará todos estos datos para ubicar el cáncer con precisión y tratar la zona afectada con el ultrasonido.
Después del tratamiento con HIFU, se introduce temporalmente una sonda en la uretra para vaciar la orina de la vejiga; esto puede resultar especialmente útil si presenta hinchazón temporal tras el procedimiento. Por lo general, tendrá colocada la sonda durante unos días. El equipo de atención médica le enseñará cómo manipularla.
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Realizamos el tratamiento con HIFU de forma ambulatoria, para que pueda regresar a casa el mismo día del procedimiento.
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La ablación con HIFU tarda normalmente entre 45 minutos y una hora. Sin embargo, nos tomamos el tiempo de prepararlo antes de la intervención. Al finalizar, nos aseguramos de que se haya recuperado de la anestesia antes de que se marche a casa. Debido a la anestesia, otra persona tendrá que llevarlo a casa.
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Tendrá una consulta de seguimiento entre cinco y siete días después del procedimiento, en la cual el médico le retirará la sonda.
Le haremos análisis de sangre para controlar los niveles del antígeno prostático específico (PSA) tres meses, seis meses y un año después de la intervención. Estos análisis nos permiten evaluar su respuesta al tratamiento. También le haremos una resonancia magnética de seguimiento.
