Educación
Una mujer sobrevive al cáncer de esófago y gana el regalo de toda una vida
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Morgan Hartman y su entonces prometido Phillip de Amezola estaban ocupados mudándose a su nueva casa que compraron en 2020 cuando se dieron cuenta de que había que cambiar todas las tuberías de la casa. Fue el primero de varios acontecimientos desagradables para la pareja de Miami, que había estado planeando casarse una vez que sus vidas se asentaran y sus ocupadas agendas se lo permitieran.
Poco después, la asesora de salud mental recibió por sorpresa un diagnóstico de cáncer y le dijeron que tendría que operarse para reemplazar una de sus propias tuberías. Tenía cáncer de esófago, el tubo muscular hueco que transporta los alimentos y los líquidos desde la garganta hasta el estómago.
(No dejes de verlo: Morgan Hartman recuerda cómo el cirujano torácico John DeRosimo, M.D., y otros expertos de Baptist Health Miami Cancer Institute ayudaron a curar su rara forma de cáncer de esófago, lo que le permitió finalmente seguir adelante con su largamente aplazada boda, la cual se convirtió en una historia en sí misma. Video by Michael Justiz.)
"Al mismo tiempo que nos instalábamos en nuestra casa, empecé a tener dificultades para tragar. Me encantaba comer zanahorias tiernas, pero se me atascaban y tenía que tragarlas o escupirlas y volver a intentarlo", recuerda Hartman, que ahora tiene 52 años. "No le daba mucha importancia. Estaba demasiado ocupada instalándome en la casa. Teníamos que cambiar las tuberías y tenía muchas otras cosas en que pensar".
La Sra. Hartman dice que también tenía una tos persistente que no desaparecía. "Tomaba pastillas para la tos todo el día, jarabe para la tos por la noche y por la mañana. Pero nunca se me ocurrió que estuviera pasando algo serio".
Una endoscopia revela una masa cancerosa
Ese mismo año, una amiga que trabaja como enfermera gastroenteróloga le dijo que debía chequearse sus síntomas. Aunque ya había buscado atención para su condición anteriormente y le habían dicho que tenía reflujo gástrico, la Sra. Hartman no se había hecho ningún estudio de imagen. Afortunadamente, siguió el consejo de su amiga y la semana antes de Navidad se sometió a una endoscopia.
"Nunca había tenido problemas de reflujo ácido y no entendía por qué iba a tenerlos ahora", dice la Sra. Hartman. "Pero los medicamentos para el reflujo gástrico que me habían recetado no me estaban ayudando, así que fui a la endoscopia, sin pensar realmente en nada".
Cuando se despertó de la anestesia después del procedimiento, la doctora estaba sentada a su lado. Le dijo que había encontrado una "masa muy grande" en el esófago. "He hecho muchas de estas intervenciones y, aunque estamos esperando los resultados de la biopsia, estoy segura de que es cáncer", le dijo. La noticia fue como recibir un puñetazo en el estómago. "NO me lo esperaba", dice.
Riesgo de asfixia al comer
Según el National Cancer Institute (NCI), la pared del esófago "está formada por varias capas de tejido, como mucosa, músculo y tejido conjuntivo". El cáncer de esófago "comienza en el revestimiento interior del esófago y se extiende hacia el exterior a través de las otras capas a medida que crece". Según el NCI, la tasa de cáncer de esófago es más alta en los hombres que en las mujeres.
Para evitar la posibilidad de asfixiarse con la comida, la gastroenteróloga de la Sra. Hartman le recetó una dieta exclusivamente líquida hasta que pudiera verla un especialista en cáncer. No estaba contenta con la perspectiva. "Se acercaban las fiestas – Navidad, Año Nuevo – y tenía que seguir una dieta exclusivamente líquida para no asfixiarme", cuenta Hartman.
A su estrés se sumó el retraso en los resultados de la biopsia. "A causa de las fiestas, tuvimos que esperar más tiempo por los resultados de mi biopsia". No fue hasta el 4 de enero cuando su doctora la llamó y le confirmó que, efectivamente, tenía cáncer de esófago. La refirieron a John DeRosimo, M.D., cirujano torácico de Baptist Health Miami Cancer Institute.
Un cáncer raro y agresivo
El Dr. DeRosimo confirmó el diagnóstico de cáncer de la Sra. Hartman, pero subrayó que, aunque su cáncer era poco frecuente, sus posibilidades de curación eran muy altas.
John DeRosimo, M.D., cirujano torácico de Baptist Health Miami Cancer Institute
"Hay dos tipos principales de cáncer de esófago, el más frecuente de los cuales es el adenocarcinoma, que suele encontrarse en la parte inferior del esófago, más cerca del estómago", explica. "Los adenocarcinomas suelen estar asociados a la enfermedad por reflujo, en la que se producen cambios debido a la exposición al ácido del estómago que conducen primero a la inflamación y luego a la displasia, o crecimiento anormal, y finalmente al cáncer".
El otro tipo principal de cáncer de esófago es el carcinoma de células escamosas, dice el Dr. DeRosimo. "Es más frecuente en la parte superior o media del esófago, y se asocia con mayor frecuencia al consumo de tabaco y alcohol". Sin embargo, la Sra. Hartman no padecía ninguna de las dos cosas.
"La Sra. Hartman tenía un carcinoma sarcomatoide, un cáncer raro y agresivo", dice el Dr. DeRosimo. "Estos representan aproximadamente sólo el uno por ciento de todos los cánceres de esófago, y no hay factores de riesgo conocidos para este tipo de cáncer".
Antes de ir más lejos, el Dr. DeRosimo remitió a la Sra. Hartman a su colega Antonio Ucar, M.D., oncólogo/hematólogo de Miami Cancer Institute. También sometió su caso a la revisión del panel multidisciplinar de especialistas de la Junta de Tumores del Instituto para que pudieran ofrecer sus recomendaciones sobre el mejor enfoque para tratar su cáncer.
Antonio Ucar, M.D., oncólogo/hematólogo de Baptist Health Miami Cancer Institute
Utilizando el estómago para reemplazar el esófago
Como parte de su terapia de inducción, que según el Dr. DeRosimo tiene el objetivo de mejorar los resultados quirúrgicos reduciendo la carga del cáncer antes de la cirugía, la Sra. Hartman se sometió a cinco sesiones de quimioterapia y 28 sesiones de radioterapia. En abril de 2021, se había recuperado de estos tratamientos y el Dr. DeRosimo pudo realizar una esofagectomía robótica de tres campos, más comúnmente llamada cirugía gástrica de levantamiento (gastric pull-up surgery).
La complicada operación consistió en extirpar el esófago enfermo y luego extraer tejido del estómago para crear un esófago completamente nuevo. En el procedimiento robótico mínimamente invasivo, el Dr. DeRosimo extirpó el esófago de la Sra. Hartman junto con todos los ganglios linfáticos circundantes y la parte superior del estómago.
Una vez hecho esto, tomó la parte restante del estómago de la Sra. Hartman y la convirtió en un tubo que llevó hasta la base del cuello. "Luego conectamos el resto de su esófago en el cuello al tubo del estómago para que todo su tracto gastrointestinal quedara intacto y que hubiera una forma de que pudiera comer después de la operación".
Luego de haberse recuperado en el hospital durante nueve días, la Sra. Hartman fue dada de alta y volvió a su casa aún con dieta líquida, y con el tiempo, se graduó a los alimentos sólidos. Seis semanas después, para su 50 cumpleaños, "sólo podía comer pequeños bocados de helado y medio muffin", dice, y añade que incluso hoy sólo puede comer una pequeña cantidad a la vez antes de sentirse llena. "Pero hoy no hay nada que no pueda comer. Esa es la buena noticia".
A la Sra. Hartman le fue muy bien con la cirugía, según el Dr. DeRosimo. "Han pasado dos años y medio desde su diagnóstico y tratamiento y está libre de cáncer", dice. "Sigue una dieta normal y se encuentra muy bien. Espero que disfrute de una vida larga y saludable".
La cirugía robótica y las nuevas terapias benefician a los pacientes
La cirugía robótica ha beneficiado tanto a los pacientes como a los cirujanos, afirma el Dr. DeRosimo. "La recuperación del paciente es más fácil. Tienen menos inflamación, menos dolor y recuperan más rápidamente la función gastrointestinal luego de la intervención", señala.
En comparación con la cirugía abierta, la cirugía robótica también ofrece al cirujano mayor aumento, precisión y control, según el Dr. DeRosimo. "En lugar de tener que hacer grandes incisiones en el pecho y en el abdomen, estamos utilizando esencialmente pequeños huequitos para operar. Utilizo el robot como si fueran mis pequeñas manos las que entran dentro del paciente".
El Dr. DeRosimo afirma que las mejoras en la quimioterapia y sobre todo en la inmunoterapia para el tratamiento del cáncer de esófago, pulmón y otros tipos de cáncer también han tenido un impacto espectacular en la supervivencia global y el tratamiento de estos pacientes.
El reflujo ácido, un factor de riesgo del cáncer de esófago
La supervivencia del cáncer de esófago depende del estadio en que se diagnostique. "La mayoría de los pacientes que presentan un tumor en estadio inicial tienen hasta un 90% de probabilidades de seguir vivos cinco años después de la intervención quirúrgica. Es una tasa de supervivencia muy alta".
El mayor factor de riesgo de cáncer de esófago, dice el Dr. DeRosimo, es la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE o GERD por sus siglas en inglés), más comúnmente conocida como reflujo ácido, que se produce cuando el ácido del estómago vuelve repetidamente al esófago.
"Para los pacientes con reflujo de larga duración, es probablemente una buena idea consultar a tu gastroenterólogo, y si es apropiado, someterse a una endoscopia superior para evaluar si tienes cualquier cambio asociado con el revestimiento del esófago", aconseja. "Si se observa algún cambio, tienes que hacerte un seguimiento y chequeos periódicos para que, si se desarrolla un cáncer, se detecte a tiempo".
Una perspectiva de vida saludable
El Dr. DeRosimo dice que la Sra. Hartman tiene un gran enfoque de su salud y sería "un gran modelo a seguir" para otras personas que se enfrentan a un diagnóstico de cáncer. "Ella tiene una actitud muy buena para superar los obstáculos en su camino con este diagnóstico y el proceso de tratamiento de la enfermedad", dice. "Tiene una visión muy sana de la vida. Y me anima saber que va a seguir haciéndolo bien".
Luego de recibir su diagnóstico en 2020, la Sra. Hartman escribió en su diario: "No sé qué me traerá el año 2021, pero sé que no pienso afrontarlo con miedo, ira, preocupación o reproche. Pienso recibirlo con valentía, esperanza y fe. Voy a amar a mi cuerpo y tratarlo con amabilidad y agradecerle que se presente cada día para hacer lo que tenga que hacer. Voy a elegir la gratitud por encima de las quejas. Espero de verdad que todo el mundo tenga un maravilloso 2021, ¡incluyéndome a mi!".
El regalo de toda una vida
Aunque la vida le ha traído a la Sra. Hartman algunos acontecimientos desagradables en el último año, como una grave obstrucción intestinal que desafió ser detectada durante meses y una situación muy grave para su esposo, que recientemente fue operado de emergencia en Baptist Health Baptist Hospital de un aneurisma aórtico abdominal potencialmente mortal, también le ha traído mucha felicidad.
Luego de posponer su boda prevista debido al tratamiento contra el cáncer de ella y al susto de salud de él, entre otras cosas, la Sra. Hartman y el Sr. de Amezola fueron los afortunados ganadores del concurso “Gift of a Lifetime”, patrocinado por el Ritz Carlton Key Biscayne y Miami Cancer Institute.
¿Su premio? Una boda con todo incluido en el hotel resort el pasado mes de octubre con 50 familiares y amigos, que incluía un vestido de novia, un esmoquin para el novio, un organizador de bodas y una lujosa recepción. Poco después, el New York Times y numerosos medios de comunicación locales y nacionales publicaron reportajes sobre la boda de la pareja y los retos a los que se enfrentaron en los preparativos.
Se siente segura, apoyada y agradecida
La Sra. Hartman dice que tuvo la suerte de contar con un estupendo equipo de atención en Miami Cancer Institute. Ella llama al Dr. DeRosimo "un cirujano increíble e intuitivo" y dice que el Dr. Ucar es "muy firme y muy tranquilo". Su oncólogo radioterapeuta, Michael Chuong, M.D., vicepresidente y director médico de oncología radioterápica de Miami Cancer Institute, también fue una parte importante de su equipo de atención.
"El Dr. Chuong me enseñaba imágenes del escán después de cada sesión y podía ver cómo mi tumor se iba haciendo más pequeño", dice la Sra. Hartman. "Aunque mi dolor empeoraba, podía ver que el tratamiento estaba funcionando".
Oncólogo radioterapeuta Michael Chuong, M.D., vicepresidente y director médico de oncología radioterápica de Baptist Health Miami Cancer Institute
Dice que, para ella, estar viva hoy es "el verdadero regalo de toda una vida" y está "más que agradecida" por el hecho de haber tenido un cáncer altamente curativo y de haber respondido tan bien a sus tratamientos. "No hice nada especial, aparte de tener una buena actitud, vestirme y presentarme", dice la Sra. Hartman.
Añade que no puede decir suficientes cosas buenas de la gente que ha conocido en Miami Cancer Institute y por las manos sanadoras y el apoyo que tuvo allí. "Este lugar me salvó la vida", dice la Sra. Hartman. "Hasta el día de hoy, cada vez que entro en estas habitaciones, en estos pasillos, me siento segura. Me siento apoyada".
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