
Vida
Lo que los futuros padres deben saber sobre la preeclampsia potencialmente mortal
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Durante el embarazo, es muy fácil ignorar las molestias y el malestar que suelen acompañar al embarazo. Pero los médicos advierten de que algunos síntomas no deben descartarse nunca, porque pueden ser señal de una complicación potencialmente mortal para la madre y el bebé: la preeclampsia.
La preeclampsia puede afectar a cualquier mujer embarazada. Es un tipo de trastorno hipertensivo que afecta al flujo sanguíneo a la placenta y suele causar un rápido aumento de la presión arterial, que puede provocar convulsiones, infartos cerebrales, fallo multiorgánico y muerte de la madre y/o el bebé. Algunas mujeres con preeclampsia también sufren un desprendimiento de placenta, en el que la placenta se separa parcial o totalmente de la pared uterina, lo que también es una emergencia potencialmente mortal.
"A veces las mujeres no presentan ningún síntoma", afirma Teresa Buckson, M.D., directora del Departamento de Emergencia Obstétrica de Baptist Health South Miami Hospital. "Pero muchas sí tienen señales y deben entender que hay demasiado en juego para que ignoren lo que está sucediendo. Estamos hablando de la vida o la muerte. Si podemos detectarlo a tiempo, estamos mejor equipados para manejarlo y tener muy buenos resultados".
Teresa Buckson, M.D., directora del Departamento de Emergencia Obstétrica de Baptist Health South Miami Hospital
Señales de advertencia
Mayo es el Mes de la Concienciación sobre la Preeclampsia y, según la Dra. Buckson, hay algunos síntomas clave a los que hay que prestar atención durante el embarazo. Entre ellos están:
· Presión alta – Pregunte a su médico si debe someterse al monitoreo regular y a los chequeos más frecuentes en casa, si ya es propensa a la hipertensión.
· Dolor de cabeza - Especialmente un dolor de cabeza que no desaparece con una dosis baja de acetaminofén.
· Hinchazón - Retención de líquidos en la manos, las piernas, los pies o la cara.
· Alteraciones de la visión: visión borrosa o irregular u otros cambios en la vista.
· Dolor abdominal
· Proteinuria – Un nivel elevado de proteínas en la orina
· Sensación general de que no se encuentra bien.
La preeclampsia afecta aproximadamente a uno de cada 25 embarazos y va en aumento, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC). Aunque los médicos no saben exactamente cuál es su causa, la preeclampsia se puede prevenir en gran medida si las mujeres conocen los riesgos y buscan ayuda a la primera señal de advertencia.
Factores de riesgo
No tener factores de riesgo de preeclampsia no garantiza que no se desarrolle la condición, pero hay algunos factores que la hacen más probable. Entre ellos están los antecedentes de hipertensión, estar embarazada de múltiples (gemelos, trillizos, etc.), tener diabetes y haber padecido preeclampsia en un embarazo anterior.
Los factores de riesgo moderado son la obesidad, ser mayor de 35 años y tener un intervalo de 10 años o más entre sus embarazos. Además, las mujeres negras tienen un 60 por ciento más de probabilidades de sufrir preeclampsia que las blancas, según la Preeclampsia Foundation.
"Es muy importante acudir a todas las visitas a su obstetra según sean programadas", subraya la Dra. Buckson. "Con ciertos factores de riesgo, como los antecedentes de hipertensión, se suele recomendar tomar una aspirina infantil al día como prevención".
La Dra. Buckson añadió que las inquietudes deben ser llevadas a la atención de su proveedor, no importa lo pequeñas que parezcan ser, y que un viaje a la sala de emergencias está justificado si se siente mal durante su embarazo y no puede ser vista rápidamente por su obstetra. "Puede que no encontremos nada", dice. "Pero es mejor no encontrar nada a que ocurra algo terrible".
Opciones de tratamiento
El tratamiento de la preeclampsia depende de su gravedad y de lo avanzado que esté el embarazo. "Si está casi a término, normalmente podemos ponerla en reposo, darle medicamentos para la presión arterial y administrarle esteroides para madurar los pulmones del bebé, así como algunos otros medicamentos para protegerlo", explica la Dra. Buckson. "Pero si la preeclampsia ha avanzado demasiado y la paciente tiene problemas renales, cardiacos o hepáticos, no podemos esperar. Tenemos que hacer nacer al bebé lo antes posible".
Un pequeño porcentaje de mujeres desarrolla una variante aún más peligrosa de la preeclampsia conocida como el síndrome de HELLP. Se caracteriza por hemólisis (descomposición de los glóbulos rojos), enzimas hepáticas elevadas y plaquetas bajas. Esto puede afectar a la coagulación de la sangre, lo que puede provocar una hemorragia materna y la muerte.
Aunque es más frecuente al final del embarazo, la preeclampsia puede aparecer semanas después del nacimiento del bebé. Ésa es una de las razones por las que muchos obstetras ahora sugieren un chequeo a las dos semanas del posparto en vez de esperar las seis semanas tradicionales.
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