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¿Cuáles son las cuatro etapas de la insuficiencia? Un experto explica
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¿Qué es exactamente la insuficiencia cardíaca y cuáles son sus factores de riesgo y síntomas? Contrario a lo que mucha gente piensa, la insuficiencia cardíaca no es lo mismo que un ataque cardíaco. Según los expertos, la insuficiencia cardíaca se produce cuando el corazón no tiene la capacidad de bombear sangre al resto del cuerpo de manera eficaz, mientras que un ataque cardíaco se desencadena por una pérdida de riego sanguíneo al corazón, generalmente causado por un coágulo, que provoca la muerte del músculo cardíaco.
“La insuficiencia cardíaca es un síndrome clínico que abarca distintos síntomas y señales de problemas cardíacos estructurales y funcionales que impiden al corazón suministrar al cuerpo la cantidad de oxígeno que necesita”, explica Sandra Chaparro, M.D., cardióloga y directora del Programa Avanzado de Insuficiencia Cardíaca de Baptist Health Miami Cardiac & Vascular Institute. “Es una condición seria, difícil de diagnosticar y que no tiene cura”, añade.
La Dra. Chaparro dice que la insuficiencia cardíaca afecta a unos 6.7 millones de adultos en EE.UU., y se prevé que la tasa de diagnósticos de insuficiencia cardíaca aumente a 8.7 millones en las próximas dos décadas a medida que la población del país siga envejeciendo.
“La mayor tasa de insuficiencia cardíaca ocurre entre los 65 y los 70 años. A medida que comorbilidades como la hipertensión, la diabetes y la obesidad tienden a aumentar con la edad, también aumenta prevalencia de la insuficiencia cardíaca”, dice la Dra. Chaparro. Y a diferencia de la insuficiencia cardíaca, que afecta más o menos por igual a hombres y mujeres, “la mayoría de los pacientes con ataque cardíaco son hombres”.
Síntomas y etapas de la insuficiencia cardíaca
La debilidad, la fatiga y la dificultad para respirar son síntomas frecuentes de la insuficiencia cardíaca, pero, como señala la Dra. Chaparro, también son síntomas de muchas otras condiciones. “La insuficiencia cardíaca suele diagnosticarse erróneamente, por lo que se requiere un alto grado de sospecha clínica cuando alguien presenta estos síntomas”.
La American Heart Association (AHA) y el American College of Cardiology (ACC) han clasificado cuatro estadios distintos de insuficiencia cardíaca, y el ACC ha establecido protocolos de tratamiento para cada etapa.
Etapa A: En riesgo de insuficiencia cardíaca – Personas con riesgo de insuficiencia cardíaca pero que aún no presentan síntomas ni cardiopatía estructural o funcional. Los factores de riesgo para las personas en esta etapa incluyen hipertensión, enfermedad vascular coronaria, diabetes, obesidad, exposición a agentes cardiotóxicos, variantes genéticas de miocardiopatía y antecedentes familiares de miocardiopatía.
Etapa B: Preinsuficiencia cardíaca – Personas sin síntomas actuales o previos de insuficiencia cardíaca pero con cardiopatía estructural, aumento de las presiones de llenado del corazón u otros factores de riesgo.
Etapa C: Insuficiencia cardíaca sintomática – Personas con síntomas actuales o previos de insuficiencia cardíaca que interfieren con las funciones de la vida diaria o conducen a hospitalizaciones repetidas. Como especialista en insuficiencia cardíaca, la Dra. Chaparro atiende con más frecuencia a pacientes en la etapa C.
Etapa D: Insuficiencia cardíaca avanzada – Personas con síntomas severos que requieren múltiples hospitalizaciones a pesar de estar medicadas; las que no responden a la terapia; y las que requieren terapias avanzadas como trasplante, asistencia circulatoria mecánica o cuidados paliativos. La Dra. Chaparro dice que recibe muchos referidos de pacientes con insuficiencia cardíaca en estadio D que necesitan la atención multidisciplinaria avanzada que ofrece Miami Cardiac & Vascular Institute.
Los factores de riesgo de la insuficiencia cardíaca
La causa más frecuente de insuficiencia cardíaca es la enfermedad arterial coronaria (EAC), que ocurre cuando las arterias que suministran sangre al músculo cardíaco se estrechan por la acumulación de unos depósitos grasos llamados placa. La obesidad, la diabetes y la hipertensión (presión alta) también son factores de riesgo importantes de insuficiencia cardíaca; sin embargo, estas condiciones pueden modificarse y tratarse.
“Un número significativo de pacientes con insuficiencia cardíaca son hipertensos”, señala la Dra. Chaparro. “En EE.UU., 122 millones de personas – el 50 por ciento de todos los adultos – tienen hipertensión y corren el riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca”.
Las válvulas cardíacas defectuosas, el daño a los músculos del corazón y el ritmo cardíaco anormal son otros factores de riesgo clave, dice. Los pacientes que han sobrevivido ataques cardíacos también pueden desarrollar insuficiencia cardíaca, que puede diagnosticarse erróneamente o pasarse por alto.
Tratamiento de la insuficiencia cardíaca
Los médicos de atención primaria y los cardiólogos suelen ser quienes identifican a los pacientes en la etapa A o la etapa B en su práctica clínica. Para los pacientes en etapa A, se recomiendan modificaciones del estilo de vida, como hacer ejercicio y dormir lo suficiente, evitar el alcohol y el tabaco, seguir una dieta saludable que incluya granos integrales, frutas, vegetales y alimentos no procesados, además de mantener un peso saludable.
En los pacientes en la etapa B, el médico suele iniciar un régimen de medicamentos para reducir el riesgo de progresión de la enfermedad coronaria. Entre ellos figuran la aspirina, un anticoagulante, una estatina para ayudar a mantener los niveles de colesterol dentro de los límites deseados y, posiblemente, fármacos antiplaquetarios para reducir la posibilidad de desarrollar coágulos sanguíneos.
Los pacientes con insuficiencia cardíaca en etapa C, para ese entonces, suelen tener dificultad para respirar debido a la acumulación de líquido en los pulmones, el abdomen y las piernas.
Estos requieren un tratamiento más agresivo que incluye diuréticos para ayudar a eliminar el líquido.
“En Miami Cardiac & Vascular Institute, ofrecemos un tratamiento médico basado en extensos datos”, dice la Dra. Chaparro. “Usamos cuatro clases distintas de medicamentos que se dirigen a distintas vías y permiten que el corazón se recupere”.
Los medicamentos para los pacientes en la etapa C suelen incluir:
1. Un inhibidor del cotransportador de sodio-glucosa 2 (SGLT2), como dapagliflozin (Farxiga) o empagliflozin (Jardiance).
2. Un antagonista del receptor mineralocorticoide (ARM) como spironolactone, un diurético, o eplerenone, un antihipertensivo.
3. Un betabloqueante como el metoprolol succinate, que ralentiza el ritmo cardíaco, relaja los vasos sanguíneos y disminuye la presión arterial al bloquear la acción de la adrenalina y otras hormonas sobre las células nerviosas.
4. Un antagonista de los receptores de la angiotensina II (ARA), como valsartan o losartan, o un inhibidor de los receptores de la angiotensina y la neprilisina (IRA), como Entresto, que consiste en dos medicamentos distintos para reducir la presión arterial: valsartan y sacubitril, un inhibidor de la neprilisina.
“Estos medicamentos son importantes porque no sólo hacen que los pacientes se sientan mejor, sino que también reducen los ingresos hospitalarios, que son extremadamente caros, y mejoran la mortalidad de los pacientes”, afirma la Dra. Chaparro.
Dicho esto, afirma que “no se trata sólo de tratar al paciente con todos estos medicamentos”, sino de descubrir la razón que subyace a su insuficiencia cardiaca. “Ahora disponemos de excelentes terapias para algunas miocardiopatías específicas, así que cuando un paciente acude a nosotros realizamos un estudio muy detallado de su etiología. Lo que esto revela puede cambiar el tratamiento de su enfermedad”, dice la Dra. Chaparro.
Para los pacientes con insuficiencia cardíaca en etapa D, la Dra. Chaparro dice que las opciones de tratamiento incluyen trasplante cardíaco, dispositivos de asistencia ventricular, opciones quirúrgicas, terapias de investigación, infusión continua de fármacos intravenosos para la bomba cardíaca y atención paliativa.
Cómo reducir el riesgo de insuficiencia cardíaca
La Dra. Chaparro dice que la Semana de la Concienciación sobre la Insuficiencia Cardíaca, que se celebra del 9 al 15 de febrero para ayudar a aumentar la educación sobre la gravedad de esta enfermedad, es una oportunidad para tomar medidas hoy que pueden reducir el riesgo de insuficiencia cardíaca.
Sandra Chaparro, M.D., cardióloga y directora del Programa Avanzado de Insuficiencia Cardíaca de Baptist Health Miami Cardiac & Vascular Institute
“El ejercicio y dejar de fumar son las mejores maneras de reducir los factores de riesgo cardiovascular”, dice la Dra. Chaparro. Hace hincapié en la importancia de hacer un seguimiento con tu médico de atención primaria o cardiólogo y “conocer tus números”, es decir, tu presión arterial, tus niveles de glucosa, tus niveles de colesterol y tu peso.
“Muchas personas con insuficiencia cardíaca llevan una vida plena y activa cuando la enfermedad se controla con una serie de medicamentos disponibles y cuando se adoptan cambios saludables en el estilo de vida que incluyen una nutrición adecuada, el control del peso, la actividad física y el control de los factores de riesgo que eventualmente provocan la insuficiencia cardíaca”, dice la Dra. Chaparro.
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