
Pesando las opciones: La dieta, el ejercicio y los medicamentos para bajar de peso
lectura de 6 min
En el ámbito de la pérdida de peso, el debate está evolucionando. Con las nuevas opciones de medicamentos, como los agonistas del receptor GLP-1, cada vez más de moda, es más importante que nunca comprender el papel que desempeñan junto con los enfoques tradicionales, como la dieta y el ejercicio.
En un podcast reciente de Baptist HealthTalk en inglés, Weighing the Options: Diet, Exercise, and Medication, (Pesando las opciones: Dieta, ejercicio y medicamentos), Neki Mohan, periodista galardonada, se sentó con Beatriz T. Jiménez-Cadilla Pharm.D., farmacéutica especialista en farmacia clínica ambulatoria, para hablar de los últimos avances en los medicamentos para bajar de peso, quién debería tenerlos en cuenta y cómo funcionan. He aquí un resumen de los puntos clave de su conversación, que también está publicada en YouTube
¿Qué son los agonistas del receptor de GLP-1?
Los agonistas de los receptores de GLP-1 son una clase de medicamentos que imitan una hormona llamada péptido-1 similar al glucagón (GLP-1), que el cuerpo produce de forma natural después de comer. Estos medicamentos han estado en el mercado desde 2014 y han ganado una atención significativa debido a sus beneficios para la pérdida de peso. La función principal del GLP-1 es señalar al cerebro que estás lleno después de comer, lo que ayuda a reducir el apetito y controlar las porciones. También ralentizan la digestión, manteniendo la comida en el estómago durante más tiempo y promoviendo una sensación de saciedad.
La Dra. Jiménez-Cadilla explica que estos medicamentos han sido especialmente beneficiosos para las personas con complicaciones de salud relacionadas con la obesidad. “Recientemente, los agonistas del receptor de GLP-1 se han estudiado en una amplia variedad de poblaciones con complicaciones relacionadas con la obesidad, como osteoartritis, apnea obstructiva del sueño, hipertensión arterial o antecedentes ataque cardíaco o de infarto cerebral”, afirma. “Se avecinan tiempos apasionantes, ya que se publicarán más ensayos que ampliarán el acceso a estos medicamentos”.
¿Quién es un buen candidato para los medicamentos para bajar de peso?
Los medicamentos para bajar de peso, incluyendo los agonistas de los receptores de GLP-1, no son para todo el mundo. Los candidatos suelen tener un índice de masa corporal (IMC) igual o superior a 30, aunque también pueden serlo quienes tengan un IMC igual o superior a 27 y ya padezcan complicaciones relacionadas con la obesidad, como hipercolesterolemia o prediabetes. Sin embargo, estos medicamentos se consideran generalmente para las personas que han luchado para perder peso a través de cambios en el estilo de vida solo, incluyendo dieta y ejercicio.
La Dra. Jiménez-Cadilla señala que los pacientes que ya han intentado bajar de peso con dieta y ejercicio pero no han tenido éxito pueden ser elegibles para los medicamentos. “Si alguien ha intentado bajar de peso con ajustes en el estilo de vida y no lo ha conseguido sólo con los cambios, puede ser apto para estos fármacos”, explica. “Además, las personas que tienen un IMC de 27 o más pero que ya tienen complicaciones relacionadas con la obesidad, como hipertensión, colesterol alto, apnea obstructiva del sueño u osteoartritis, también pueden ser elegibles”.
¿Cómo funcionan los medicamentos para bajar de peso?
Estos medicamentos actúan imitando la hormona natural GLP-1, que se libera después de comer. Esta hormona indica al cerebro que la persona está saciada, lo que ayuda a reducir el apetito y la ingesta de alimentos. Además, los agonistas de los receptores de GLP-1 ralentizan el proceso de digestión, lo que significa que los alimentos permanecen más tiempo en el estómago y uno se siente saciado durante más tiempo entre comidas. Esto ayuda a frenar los antojos, facilitando el cumplimiento de un plan de alimentación balanceado.
La Dra. Jiménez-Cadilla explica cómo funciona este proceso en el cuerpo: “Estos medicamentos imitan una hormona que nosotros mismos producimos de forma natural en nuestro cuerpo, que le dice al cerebro que has comido y que dejes de comer”. Añade que aumentar la cantidad de esta hormona a través del medicamento “ayuda a sentirse saciado más rápidamente”, reduciendo el tamaño de las raciones y frenando los antojos.
Los medicamentos para bajar de peso pueden reducir considerablemente el apetito. Para obtener los mejores resultados, los pacientes deben procurar introducir al menos pequeños cambios en su estilo de vida, como adoptar hábitos alimentarios más saludables o incorporar más ejercicio a su rutina. “Siempre animamos a los pacientes a intentar al menos algo que sean capaces de hacer, algo sostenible en su estilo de vida, ya sea dieta o ejercicio”, aconseja la Dra. Jiménez-Cadilla.
Beneficios más allá de la pérdida de peso
Los beneficios de los medicamentos para bajar de peso van más allá del número en la pesa. A medida que los pacientes pierden peso, a menudo experimentan un aumento de la motivación, lo que conduce a mejoras adicionales en la salud mental y el bienestar. Perder el exceso de peso puede reducir la tensión en las articulaciones, aliviar los síntomas de la apnea del sueño e incluso mejorar enfermedades como la hipertensión y el colesterol alto. En algunos casos, la pérdida de peso puede incluso mejorar la fertilidad en las personas que antes estaban luchando con la infertilidad debido a la obesidad.
La Dra. Jiménez-Cadilla destaca también los efectos positivos sobre la salud mental.
“A medida que las personas empiezan a bajar de peso y ven progreso, se sienten más motivadas”, explica. “Quieren hacer más por su salud, incorporando más cambios a su estilo de vida para obtener todos los beneficios del medicamento. También señala que “la propia obesidad causa problemas de infertilidad”.
Y esa pérdida de peso puede mejorar la fertilidad, permitiendo a las personas concebir cuando antes habían tenido dificultades, añade.
¿Existen riesgos y efectos secundarios?
Los agonistas del receptor de GLP-1 pueden tener efectos secundarios. Los más frecuentes son náuseas, vómitos y molestias gastrointestinales. Estos efectos secundarios se deben a que la medicación imita a una hormona que, de forma natural, produce sensación de saciedad después de comer y, al hacerlo, esto puede provocar náuseas o hinchazón.
Otros efectos secundarios más serios, aunque poco frecuentes, pueden ser la pancreatitis (inflamación del páncreas) o la parálisis estomacal. Por eso es crucial que los pacientes utilicen estos medicamentos bajo la supervisión de un profesional de atención de salud, que puede monitorear el progreso y hacer los ajustes necesarios en el tratamiento.
“Si experimentas algún síntoma preocupante, como dolor de estómago intenso o vómitos persistentes, es importante que consultes a tu médico inmediatamente”, explica la Dra. Jiménez-Cadilla. “Estos efectos secundarios son manejables, pero requieren una supervisión cuidadosa y un ajuste del plan de tratamiento”.
Por qué es esencial la supervisión médica
El uso de los medicamentos para bajar de peso sin supervisión médica puede ser peligroso. Las dosis de estos medicamentos deben administrarse cuidadosamente, y es importante aumentar gradualmente la dosis basado en la tolerancia. Empezar con una dosis demasiado alta puede aumentar el riesgo de serios efectos secundarios, como pancreatitis o parálisis estomacal.
Un profesional de atención de salud también puede ayudar a garantizar el medicamento se combine con los cambios adecuados en el estilo de vida y a supervisar el progreso a través del tiempo. Este tipo de apoyo es crucial para lograr resultados óptimos y minimizar los riesgos.
La Dra. Jiménez-Cadilla subraya la importancia de la supervisión médica: “Estos medicamentos deben ajustarse a la dosis máxima tolerada, pero no más a menudo que cada cuatro semanas”, explica. “Los pacientes deben ser monitoreados para la pérdida de peso, efectos secundarios, y la tolerancia al medicamento”
En resumen: Un enfoque integral
Aunque los medicamentos para bajar de peso como los agonistas del receptor GLP-1 pueden ser una herramienta útil en la lucha contra la obesidad, son más eficaces cuando se utilizan como parte de un enfoque integral que incluye dieta, ejercicio y supervisión médica. Estos medicamentos pueden ayudar a reducir el apetito, mejorar la salud mental e incluso tratar algunos problemas de salud relacionados con la obesidad. Sin embargo, nunca deben considerarse un sustituto de los principios fundamentales de una vida saludable: la dieta y el ejercicio.
“Si estás considerando los medicamentos para bajar de peso, es esencial que mantengas una conversación abierta con tu médico para determinar si son adecuados para ti», afirma la Dra. Jiménez-Cadilla. “Al trabajar junto, se puede crear un plan a ;a medida que apoye tus objetivos de salud y te ponga en el camino del éxito a largo plazo”.