Vida
Opciones de tratamiento para los fibromas uterinos
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Publicado: May 10, 2022
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Si usted es una de las muchas mujeres que sufren de fibromas uterinos, es posible que haya experimentado dolor abdominal, menstruaciones abundantes, frecuencia urinaria, dolor durante el coito, problemas de fertilidad o anemia. Y si piensa que lo que está atravesando es algo normal porque su madre o su hermana han sufrido algo similar, o cree que no hay nada que pueda hacer para solucionar sus molestias, piénselo de nuevo.
Los expertos del Centro Para Atención de Fibromas de South Miami Hospital dicen que es importante hacerse una evaluación ya que existen numerosas opciones de tratamiento para los fibromas, desde los medicamentos hasta la cirugía. El objetivo del Centro es mejorar la calidad de vida.
“Los fibromas pueden ser más pequeños que un guisante o tan grandes como un balón de fútbol, y muchas mujeres tienen más de un fibroma”, dice Rafael Pérez, M.D., director médico del Centro Para Atención de Fibromas y del Programa de Salud Pélvica de South Miami Hospital. Aunque casi todos los fibromas no son cancerosos, o son tumores benignos, pueden causar severos trastornos físicos y psicológicos.
Algunos datos acerca de los fibromas
- Hasta el 70% de las mujeres desarrollan fibromas antes de los 50 años. Estos ocurren con mucha frecuencia en los años fértiles.
- Las mujeres negras tienen tres veces más probabilidades de tener fibromas que las blancas. Los investigadores siguen investigando la causa, pero sospechan que influyen factores como la falta de vitamina D, la obesidad y la ascendencia.
- Algunos fibromas no causan síntomas. Otros causan problemas severos, como anemia, pérdida de embarazo o infertilidad.
- Las hormonas pueden afectar a los fibromas. Cuando las hormonas aumentan, como en el embarazo, los fibromas suelen crecer. Después de la menopausia, al disminuir los estrógenos y la progesterona, los fibromas suelen encogerse.
- El tamaño y la ubicación de los fibromas, así como los síntomas, ayudan a impulsar las decisiones sobre el tratamiento.
Años atrás, a las mujeres con fibromas se les decía que la histerectomía a menudo era su única opción. “Hoy en día no pasamos inmediatamente a la cirugía, pero nos gusta controlar el tamaño de los fibromas porque si se vuelven molestos y crecen mucho, la paciente puede no ser candidata para la cirugía laparoscópica, que es menos invasiva que un procedimiento abierto”, dice el Dr. Pérez.
Los enfoques mínimamente invasivos suelen implicar menos hemorragias, tienen menos posibilidades de sufrir complicaciones y duran menos tiempo que las cirugías abiertas. Durante un procedimiento laparoscópico asistido por robot, se introducen pequeños instrumentos a través de diminutas incisiones en el abdomen.
Una de las ventajas de contar con un equipo experimentado como el del Centro Para Atención de Fibromas es que se trata de un solo lugar que cuenta con cirujanos robóticos ginecológicos, radiólogos intervencionistas, urólogos, ginecólogos y profesionales de enfermería practicante. Las pruebas de diagnóstico están disponibles en el mismo lugar, y una evaluación exhaustiva que incluye los planes de la mujer – como el deseo de tener hijos – ayuda a determinar la estrategia de tratamiento.
Además de la cirugía, como la histerectomía, que extirpa todo el útero, o la miomectomía, que extirpa sólo los fibromas, otras opciones de tratamiento son el monitoreo anual de los fibromas mediante un ultrasonido o una resonancia magnética; los medicamentos que suprimen la función de los ovarios, como los anticonceptivos; el uso de un dispositivo intrauterino (DUI en español o IUD por sus siglas en inglés), que puede ayudar a minimizar las hemorragias y otros síntomas; y la ablación endometrial, procedimiento en el que se extirpa una fina capa de tejido que recubre el útero para detener los sangramientos intensos.
Un número creciente de mujeres están optando por la embolización de los fibromas uterinos. En este procedimiento mínimamente invasivo, un radiólogo intervencionista introduce un diminuto catéter en la arteria uterina que suministra sangre al fibroma, lo que permite su crecimiento. Se inyectan pequeñas partículas en el lugar del fibroma para detener el suministro de sangre, haciendo que el fibroma se reduzca lentamente.
El Dr. Pérez resalta la importancia de elegir el tratamiento adecuado para cada persona. “A una mujer que quiere quedar embarazada no se le recetaría un anticonceptivo ni se le pondría un DIU, ni optaría por una ablación endometrial, por ejemplo. Desarrollamos un plan de tratamiento muy completo e individualizado para cada paciente”. El tratamiento también depende de la localización del fibroma: si está dentro de la cavidad uterina, en el músculo del útero o crece en el exterior del útero.
Él añade que la búsqueda de una segunda opinión suele ser valiosa, al igual que la utilización de un centro con médicos acreditados que tengan un alto volumen de casos. El programa de South Miami Hospital es un Centro de Excelencia en Cirugía Robótica y en Ginecología Mínimamente Invasiva acreditado por la SRC (Surgical Review Corporation). Sus cirujanos también están acreditados por la SRC.
“Con toda nuestra experiencia, podemos utilizar métodos mínimamente invasivos para extirpar incluso fibromas muy grandes”, dice el Dr. Pérez. “No todos los centros tienen esa capacidad”.
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