La opinión de un cirujano ortopédico: ¿Deberías vendarte o los tobillos o usar tobilleras para jugar al baloncesto u otros deportes?

Una pregunta común que los especialistas y cirujanos ortopédicos escuchan de los pacientes, especialmente aquellos que son ávidos jugadores de baloncesto: ¿Debo llevar tobilleras o vendarme los tobillos? La respuesta tiene más matices que un simple sí o no, sobre todo para las personas con antecedentes de esguinces de tobillo.

Probablemente sea una buena idea invertir en tobilleras porque se ha demostrado que previenen las lesiones recurrentes, explica Frantz Lerebours, M.D., cirujano ortopédico de Baptist Health Orthopedic Care.

Frantz Lerebours, M.D., orthopedic surgeon at Baptist Health Orthopedic Care.

“Ahora bien, ¿necesitan tobilleras todas las personas que juegan al baloncesto? La respuesta es: No”, dice el Dr. Lerebours. En la National Basketball Association (NBA), no todos los jugadores llevan tobilleras, a pesar de que la tasa de esguinces de tobillo en la NBA alcanza el 25% en cualquier temporada, añade.

El beneficio de las tobilleras es doble. “En primer lugar, limita la amplitud de movimiento del tobillo», explica el Dr. Lerebours. “Por lo tanto, si tu tobillo está pasando por una lesión de inversión, en realidad eso detiene el tobillo de ir a través de ese movimiento completo, donde en realidad desgarra los ligamentos del tobillo”.

El segundo beneficio de las tobilleras es la “propiocepción realzada”, que se refiere a la capacidad del cuerpo para percibir su posición en el espacio. “Eso te da una especie de apoyo neural o cerebral añadido que te ayudará a evitar que los tobillos pasen por un rango de movimiento de alto riesgo”, añade el Dr. Lerebours.

¿Las tobilleras o los vendajes?

Aunque vendarse los tobillos también puede proporcionar apoyo, eso conlleva sus propios retos. En primer lugar, el vendaje requiere que alguien con experiencia en entrenamiento atlético lo realice con eficacia. Es difícil vendar tus propios tobillos sin experiencia.

Además, la eficacia del vendaje puede disminuir a lo largo de un partido o un entrenamiento. A medida que los atletas sudan, la cinta puede aflojarse, reduciendo sus beneficios protectores.

“A medida que se empieza a sudar, la estabilidad real que proporciona el vendaje empieza a disminuir con el tiempo”, afirma el Dr. Lerebours. “La otra variable es la consistencia de la cinta. Puede ser un poco más apretado o un poco más flojo, dependiendo de quién lo haga.  Y alguien tiene que ser capaz de hacerlo por ti”.

En última instancia, la decisión de utilizar tobilleras o vendajes debe basarse en las necesidades individuales, el nivel de actividad y el historial de lesiones. Si no estás seguro de cuál es el mejor enfoque para la salud de tus tobillos, considera la posibilidad de consultar a un especialista ortopédico o a un cirujano que pueda ofrecerte un asesoramiento personalizado.

“Para los atletas recreativos, si tienen un historial de esguinces de tobillo, es probable que sea mejor invertir en una buena tobillera”, dijo el Dr. Lerebours. “Eso va a proporcionar esa consistencia. Y el atleta se acostumbrará a jugar con la tobillera”.

Además del baloncesto, he aquí otros deportes que pueden aumentar el riesgo de sufrir esguinces de tobillo, junto con las medidas preventivas que pueden tomarse además de, posiblemente, el uso de tobilleras o vendajes:

• Fútbol o football americano: Los cambios rápidos de dirección, las paradas repentinas y el contacto físico hacen que los jugadores de fútbol o football americano sean susceptibles a sufrir lesiones de tobillo. Un calentamiento adecuado, ejercicios de fortalecimiento y el uso de calzado apropiado pueden ayudar a reducir el riesgo.
• Correr: Las superficies irregulares y un calzado inadecuado pueden provocar esguinces de tobillo, sobre todo en senderos o caminos pedregosos. La elección de un calzado adecuado para cada terreno y el aumento gradual de la intensidad pueden ayudar.
• Tenis o Pickleball: Los rápidos movimientos laterales y los bruscos esprints habituales en el tenis suelen forzar los tobillos. Fortalecer los músculos del tobillo y practicar ejercicios de agilidad puede mejorar la estabilidad.