
Educación
Una madre de cuatro hijos dice que su profunda fe la ayudó a vencer el cáncer de seno
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La fe le corre por las venas a Diana "Didi" Matthews, escritora y bloguera inspiradora que, junto con su esposo, fue comisionada como pastora en 2014. Así que cuando a esta mujer de 48 años, madre de cuatro hijos y residente en Homestead, le diagnosticaron cáncer de seno a principios de este año, se apoyó en su fe como nunca antes lo había hecho.
(No deje de verlo: Diana "Didi" Matthews, sobreviviente de cáncer de seno, habla de cómo su fe y sus médicos de Baptist Health Miami Cancer Institute la ayudaron a vencer el cáncer de seno. Video en inglés por Alcyene de Almeida Rodrigues.)
"Sabía que Dios me iba a llevar al médico adecuado"
La señora Matthews, que nació en Cali, Colombia, y ha vivido en el área de Miami desde que tenía siete años, dice que es una creyente cuya fe está plenamente en el Señor. "Sabía que Dios me iba a llevar al médico adecuado, y que a través de la experiencia de ese médico y el tratamiento adecuado y mi obediencia – no sólo a la voz de Dios, sino a las instrucciones que me estaban dando como paciente – todo iba a salir bien".
La historia de la señora Matthews comenzó a principios de este año, cuando su madre le preguntó si se había hecho una mamografía. "Y yo le dije: 'Pues no, no me la he hecho'. Así que a los 47 años me encontré haciéndome mi primera mamografía", dice.
"Cuando colgué el teléfono, estaba en estado de shock".
Fue una sabia decisión que probablemente le salvó la vida. La mamografía realizada en el Centro de Mamografía de Baptist Health Miami Cancer Institute reveló la presencia de dos zonas de cáncer en el seno izquierdo. La Sra. Matthews recibió la "temida llamada" el 24 de febrero, mientras estaba en su carro haciendo diligencias en su hora de almuerzo. Tenía cáncer de seno lobular invasivo en estadio 1 ER/PR positivo HER2 negativo y tendría que someterse a cirugía para extirpar su seno enfermo.
"Cuando colgué el teléfono estaba en estado de shock. No lloré hasta que volví al estacionamiento de mi trabajo", dice la Sra. Matthews, cuyos pensamientos se dirigieron inmediatamente a sus hijos y a su esposo. "Pensé que me iba a separar de mis hijos, que me iba a separar de mi matrimonio".
"El cáncer es cáncer, pase lo que pase"
El carcinoma lobular invasivo (ILC por sus siglas en inglés) es el segundo tipo más frecuente de cáncer de seno invasivo después del carcinoma ductal invasivo (IDC), según la National Breast Cancer Foundation. Representa entre el 10 y el 15 por ciento de todos los diagnósticos de cáncer de seno, unos 40,000 casos al año en los Estados Unidos.
ILC comienza en los lóbulos mamarios, o glándulas mamarias, y se extiende más allá de los lóbulos al tejido mamario circundante. Aunque no siempre forma un bulto, las mujeres con ILC pueden notar "una zona gruesa o llena" que no se siente como el resto del seno.
Gladys Girón, M.D., oncóloga quirúrgica de seno de Baptist Health Miami Cancer Institute
La Sra. Matthews fue referida a Gladys Girón, M.D., oncóloga quirúrgica de seno de Baptist Health Miami Cancer Institute. "La Sra. Matthews padecía una enfermedad multicéntrica, en la que al menos dos tumores se desarrollan por separado, a menudo en distintas zonas del seno", señala la Dra. Girón. "La mastectomía era el procedimiento quirúrgico indicado".
Los resultados de las pruebas genéticas realizadas a la Sra. Matthews mostraron que no tenía una mutación que pudiera haber causado su cáncer de seno. Sin embargo, señala la Dra. Girón, a su paciente le preocupaba que la continuación de las pruebas de detección radiológicas le causarían mucha ansiedad. De acuerdo con las directrices estándar, la Sra. Matthews y su equipo quirúrgico decidieron proceder con una mastectomía profiláctica derecha para reducir su ansiedad y optimizar la simetría de la reconstrucción.
"Aunque mi cáncer era pequeño, el cáncer es cáncer, pase lo que pase", dice la Sra. Matthews. "Y así, después de rezar con mi esposo, tomamos la decisión de seguir adelante y deshacernos de los dos".
"La realidad es que el cáncer apesta"
Después de su operación, la revisión del informe patológico y otras pruebas mostraron que no necesitaría quimioterapia. Actualmente está recibiendo terapia endocrina con Ana Cristina Sandoval León, M.D., oncóloga médica de Miami Cancer Institute.
Ana Cristina Sandoval León, M.D., oncóloga médica de Baptist Health Miami Cancer Institute
La Sra. Matthews está tomando Tamoxifen durante cinco años para ayudar a prevenir cualquier recurrencia. Se sometió a una reconstrucción inmediata con expansor tisular y en el futuro se le cambiará el implante.
"La realidad es que el cáncer apesta. Sigo mirándome a mí misma y aprendiendo a quererme porque no siempre es algo bonito", admite la Sra. Matthews. "Pero ahora no tengo cáncer y me he enfocado en eso. Me han salvado la vida y voy a hacer lo que haga falta mental, física y emocionalmente para mantenerme a mí misma y a mi salud".
La Sra. Matthews subraya lo importante que es contar con el apoyo de la familia y los amigos cuando se lucha contra el cáncer. "Tuve a gente increíble a mi alrededor: mi esposo, mi mamá, mis amigos y mis compañeros de trabajo", dice. "Mi esposo es mi roca. Es mi hogar, mi animador número uno".
"Fue Dios quien me guio hasta la Dra. Girón"
La Sra. Matthews dice que su experiencia en Miami Cancer Institute fue "fantástica" y que todo el mundo allí fue muy compasivo. "La compasión es muy importante para mí, siempre trato a la gente como quiero que me traten", dice.
Añade que también se sintió "muy segura" en manos de la Dra. Girón y de todos los profesionales de enfermería y miembros del personal que encontró en su camino. "Me sentí muy segura allí porque sé que fue Dios quien me llevó hasta la Dra. Girón. Sabía que todo iba a salir bien".
La Dra. Girón cuenta que cuando fue a ver a su paciente antes de la operación, la Sra. Matthews y su esposo estaban rezando juntos y escuchando música religiosa. Pudo ver que eso les hacía sentirse bien y aliviaba cualquier ansiedad que pudieran tener en ese momento.
"Me alegra ver que los pacientes recurran a su fe, porque un diagnóstico de cáncer es un acontecimiento que cambia la vida y puede ser aterrador", dice la Dra. Girón. "El poder aferrarse a la fe sin duda puede ayudar tanto al paciente como a su familia a navegar por cada paso de su tratamiento".
"Creo que puedo mover montañas"
La Sra. Matthews dice que poder decir que está libre de cáncer le da la confianza de que puede superar cualquier obstáculo. "Mientras tengas esa lucha dentro de ti, Dios y los médicos van a hacer lo que tengan que hacer para llevarte a donde tienes que estar. El decir que no tengo cáncer me hace creer que puedo mover montañas", afirma.
En retrospectiva, añade la Sra. Matthews, se habría hecho mamografías anuales a partir de la edad recomendada de 40 años. Sin embargo, agradece haberse hecho la primera a tiempo para detectar el cáncer de seno antes de que se convirtiera en un problema aún mayor. "Si no me hubiera hecho esa mamografía, hoy no estaría aquí sentada compartiendo mi historia", afirma.
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