Salud mental de las minorías: El estigma, la falta de confianza y los retos socioeconómicos persisten para muchos

Muchas poblaciones minoritarias de los EE.UU. padecen una magnitud desproporcionadamente alta de problemas de salud mental no tratados y enfermedades crónicas graves, como hipertensión, diabetes y enfermedad de las arterias coronarias. Agosto es el mes de la concienciación sobre la salud mental de las minorías, una designación destinada a reducir las disparidades de salud mental entre razas, grupos étnicos y nacionalidades.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC), muchas poblaciones experimentan disparidades de salud física y mental, “incluyendo a las personas de algunos grupos minoritarios raciales y étnicos, las personas con discapacidades, las mujeres, las personas LGBTQI+ (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, queer, intersexuales u otros), las personas con un dominio limitado del inglés y otros grupos”.

La Oficina de Salud de las Minorías de los CDC promueve la investigación de salud pública, programas basados en la evidencia, políticas y estrategias para mejorar la salud y el bienestar de las personas pertenecientes a minorías raciales y étnicas.

Uno de los retos a los que se enfrentan los profesionales de atención de salud y las agencias de salud pública es que muchas minorías tienen problemas de confianza en el sistema de atención de salud estadounidense, explica Raphi Wald, Psy.D., neuropsicólogo certificado por la Junta de Marcus Neuroscience Institute de Boca Raton Regional Hospital, que forma parte de Baptist Health.

Raphael Wald, Psy.D., a neuropsychologist with Marcus Neuroscience Institute at Boca Raton Regional Hospital.

 

“Existen muchos retos distintos a los cuales se enfrentan, pero uno de los principales es que tienen dificultades para confiar en el sistema de salud mental”, afirma el Dr. Wald. “Muchos de ellos han tenido experiencias negativas en otros ámbitos de la atención de la salud, o las han tenido a través de familiares, por lo que puede resultarles difícil confiar. Y, obviamente, la confianza es crucial en cualquier tipo de alianza de salud mental. Sin ella, puede ser muy, muy difícil avanzar”.

El estigma cultural desempeña “un papel importante a la hora de aplazar la búsqueda de tratamiento para las personas que luchan contra problemas de salud mental”, afirma un informe reciente publicado por los National Institutes of Health. “El miedo a ser clasificado, condenado al ostracismo o malinterpretado debido a su condición a menudo disuade a los individuos de buscar ayuda con prontitud”.

El estigma es más pronunciado en muchas comunidades minoritarias. Según la American Psychiatric Association: “Las minorías raciales/étnicas, de género y sexuales a menudo sufren malos resultados de salud mental debido a múltiples factores, entre ellos la inaccesibilidad a servicios de atención de salud mental de alta calidad, el estigma cultural que rodea a la atención de salud mental, la discriminación y la falta general de concienciación sobre la salud mental”.

“Hay muchas culturas que ven los problemas de salud mental de forma diferente a como los ven otras”, explica el Dr. Wald. “Así que, por ejemplo, estamos mejorando como sociedad a la hora de considerar los problemas de salud mental como problemas médicos”.

“Sin embrago, hay culturas en las que se ven más como un signo de debilidad, lo que puede ser un obstáculo para que la gente diga: ‘Tengo problemas con esto, necesito ayuda'. Debido al estigma y a la vergüenza que conlleva, puede ser una barrera más para las personas de diferentes culturas”.

Mientras que la mayoría de los campos de la psicología se enfocan en el individuo, la práctica de la “psicología comunitaria”, aún en desarrollo, estudia también el efecto de las barreras sociales, raciales/étnicas y económicas de una comunidad sobre el individuo.

“Es en realidad un concepto muy importante que la gente debe entender: la idea de la psicología comunitaria, que tiene que ver con tratar los problemas de salud mental antes de que se produzcan”, explica el Dr. Wald. “Si se pueden abordar los problemas de salud mental de una persona antes de que se vuelvan muy graves y afrontarlos de frente, podría ser mucho más fácil mejorar para una persona”.

Para más información sobre los servicios de salud mental de Baptist Health, visita https://baptisthealth.net/es/services/behavioral-health . Llama o envía un mensaje de texto al 988 en cualquier momento para obtener ayuda en caso de crisis de salud mental o por consumo de sustancias. La Suicide & Crisis Lifeline (Línea de vida en caso de crisis y suicidio) ofrece llamadas, mensajes de texto y acceso por chat las 24 horas del día, los 7 días de la semana, a asesores entrenados en crisis para ti o incluso si estás preocupado por un ser querido que pueda necesitar apoyo en caso de crisis.