Los problemas de salud mental pueden afectar a cualquiera – Incluso a los campeones olímpicos

Se puede asumir que la salud física del atleta olímpico promedio es entre “excelente” y “espécimen”, y que su salud mental probablemente también esté en buena forma. Después de todo, competir a ese nivel no sólo requiere gran talento y acondicionamiento físico, pero también una competencia mental que solo se logra con años de práctica y dedicación. Sin embargo, los atletas elite también son humanos, según los expertos, e incluso ellos pueden sufrir problemas con su salud mental.

Consideremos a Simone Biles, la gimnasta estadounidense más condecorada de la historia y quizás la gimnasta más dominante de todos los tiempos, quien acaba de darse de baja de los Juegos Olímpicos de Verano. Según la cadena ESPN, ella dice que no fue una lesión física que afectó su desempeño y la forzó a abandonar el equipo, fue porque ella no estaba “en el lugar correcto mentalmente” para competir.

Biles admitió que cuando los juegos olímpicos del 2020 fueron pospuestos debido a la pandemia de la COVID-19, ella pensó abandonar el deporte. “Un año para el cuerpo de un gimnasta es equivalente a cinco años con todo el exceso de desgaste y no sabía si iba a poder hacerlo de nuevo”, dijo ella en una entrevista la semana pasada en el noticiero NBC Nightly News.

También está el nadador competitivo Michael Phelps, el medallista olímpico más condecorado de todos los tiempos con 23 medallas de oro, tres de plata y dos de bronce ganadas a través de cinco Juegos Olímpicos de Verano distintos. Phelps también ha luchado con su salud mental, revelando que ha batallado la depresión y el abuso del alcohol y las drogas por años e incluso ha tenido pensamientos suicidas.

Los editores de Salud hablaron con Chantis Mantilla, Ph.D, MPH, fisióloga de ejercicios y administradora del Departamento de Salud Comunitaria de Baptist Health South Florida, quien ofreció sus perspectivas acerca de los retos de salud mental para los atletas que compiten en las Olimpiadas.

Salud: No importa el deporte, los atletas elite deben estar mentalmente preparados para competir a tan alto nivel en los Juegos Olímpicos de Verano. ¿Puede hablarnos acerca de lo que ellos deben aportar mentalmente para llegar tan lejos?

Dra. Mantilla: Para que un atleta olímpico esté en su mejor desempeño, es esencial hacer una prioridad de la preparación tanto corporal como mental. El entrenamiento mental es de igual importancia que el entrenamiento físico, especialmente durante una competencia intensa. La mayoría de los equipos deportivos y eventos elite tienen psicólogos deportivos quienes colaboran con los entrenadores para ayudar a preparar a los atletas para su mejor desempeño.

Salud: Algunos de estos atletas son tan jóvenes que se están presentando en el escenario mundial por primera vez. ¿Sufren ellos de pánico escénico? ¿Cómo pueden calmar sus nervios y mantenerse enfocados durante su presentación?

Dra. Mantilla: El entrenamiento mental, o el desarrollo de habilidades para lidiar con el pánico escénico o la ansiedad, por ejemplo, es esencial, ya sea para un joven atleta compitiendo en las Olimpiadas por primera vez o para una veterana experta como Simone Biles, cuyas destrezas físicas han redefinido lo que es posible en la gimnasia.

Para los atletas, los actores o para cualquier persona que se esté preparando para la actuación o para la presentación de su vida, hay algunas técnicas simples que pueden ayudar a calmar sus nervios:

• Practiquen: Ser competentes y estar arraigados en las habilidades fundamentales brinda una sensación de confianza y alivio.
• Visualicen: Establezcan una intención y una imagen de lograr su objetivo.
• Respiren con atención: El simple hecho de centrar la atención en la respiración – la inhalación y la exhalación – libera la tensión muscular y crea una sensación de calma.
• Elijan un punto focal: Cambien el enfoque y concéntrense eligiendo uno o varios puntos del espacio (ayuda a cambiar el enfoque sin distraerse).
• Busquen apoyo: Un sistema de apoyo de amigos, compañeros de equipo, entrenadores y expertos en salud mental puede ayudar a aliviar el estrés y la presión.

Salud: Estos Juegos Olímpicos de Verano son únicos, ya que fueron pospuestos el año pasado debido a la pandemia del coronavirus. La sombra de la COVID-19 aún perdura sobre la Villa Olímpica y algunos atletas se han visto obligados a retirarse. ¿Cómo cree usted que esto afecte a los atletas y su capacidad para competir?

Dra. Mantilla: Competir en las Olimpiadas pone una presión inmensa en muchos atletas. Estas Olimpiadas de Verano traen aún más presión, con muchos atletas preocupados por el riesgo de contraer COVID-19, lo cual puede afectar su participación en la competencia. La pandemia también ha influenciado la participación del público. El apoyo del público es alentador para los atletas y puede ser una fuente de refuerzo positivo. Con la mayoría de los entornos relativamente vacíos, esto puede tener un gran impacto en el desempeño atlético. Atravesar la pandemia ha sido algo difícil para cada uno de estos atletas. La clave es que tengan un buen sistema de apoyo, una comunicación abierta y la capacidad de enfocarse solamente en lo que está dentro de su control.

Salud: ¿Tienen los atletas elite una actitud distinta a la de la persona ordinaria, que les permite desempeñarse a tan alto nivel?

Dra. Mantilla: Los atletas requieren talento y habilidades físicas para sobresalir en sus deportes. La determinación y la pasión son lo que distinguen a los atletas olímpicos de los demás. El nivel de compromiso necesario para las interminables horas de entrenamiento y la paciencia para convertirse en expertos están alimentados por esta determinación y esta pasión.

Salud: ¿Cuáles rasgos mentales pueden emular las personas comunes y corrientes o los “guerreros de fin de semana” de los atletas olímpicos para vivir una vida activa y saludable?

Dra. Mantilla: Hay tres cosas: la gratitud, la confianza y la voluntad de desafiarse a uno mismo. Desarrollar una práctica de gratitud que ayude a edificar la humildad y la resiliencia, y que los ayude a mantenerse flexibles y adaptables a los cambios y a los retos. La confianza es importante porque tener un fuerte sentido de autoestima es una cualidad que nos impulsa a seguir adelante, sin importar lo que hagan los demás. Y aceptar nuevos retos nos ofrece la oportunidad de superar nuestros límites y habilidades.