Ciencia

Su infarto cerebral ocurrió de repente luego de un caso leve de COVID-19 y sin condiciones de salud subyacentes: ‘No lo podía creer’

Robert Wright, de 57años, policía veterano con 26 años en el Departamento de Policía de CoralGables, se sentía orgulloso de estar en forma. No tenía condiciones de saludsubyacentes y corría regularmente. Por eso, no fue sorprendente que luego deresultar positivo para la COVID-19 a mediados de abril, tuvo síntomas muy levesy solo se sintió “un poco cansado”.

Pero luego llegó en 16 de mayo.

Ese día, llevó el carro de su hijapara servicio en un centro de llantas cerca de su hogar en South Miami. Minutosdespués de hablar con un empleado en el área de espera del lugar, el Sr. Wrightsufriría un grave infarto cerebral. Al recordar los detalles de ese día, éldice que aún no puede creer que fuera candidato para un evento de esa índoleque le dejaría con la necesidad de hacer terapia del habla y fisioterapia.

Aún no se sabe si su infarto cerebralestuvo relacionado con su infección de COVID-19 – aunque algunos estudios han vinculadoal coronavirus con varios efectos neurológicos, incluyendo los infartoscerebrales.

“Me senté en el lobby del centro dellantas, y unos 45 minutos más tarde, no sé, perdí la noción del tiempo – elmanager me estaba llamando y decía, ‘Sr. Wright, su carro está listo’, y yo nosabía quién me estaba llamando”, recuerda el Sr. Wright, esposo y padre de treshijos adultos. “Y seguía escuchando mi nombre una y otra vez, quizás cuatro ocinco veces. Y finalmente, me paré y llegué tropezando hasta el mostrador yrecuerdo una voz al lado mío diciendo, ‘este hombre necesita ayuda’. “Sentí unpoco de nausea y estaba en un estado mental nebuloso. De pronto, creo queescuché al manager decir que iban a llamar a los paramédicos”.

El Sr. Wright dice que durante laexperiencia, no podía creer lo que le estaba ocurriendo. Nunca había sufrido depresión alta o de enfermedad cardiaca, dos factores de riesgo mayores para losinfartos cerebrales. Inicialmente, el Sr. Wright pasaría alrededor de unasemana en Baptist Hospital luego de someterse a una trombectomía inmediata yexitosa; un procedimiento durante el cual un catéter se ensarta en una arteriade la ingle y a través del cuello hasta alcanzar el coágulo de sangre que causóel infarto cerebral.

Estos casos son ‘verdaderasemergencias’

Él había sufrido un infarto cerebralisquémico, el tipo más común. Sin embargo, también fue de la variación másseria – conocido como una “oclusión arterial de gran vaso” causada por uncoágulo de sangre, según Guilherme Dabus, M.D., neurorradiólogo intervencionista en Miami Neuroscience Institute, parte de Baptist Health SouthFlorida.

“Robert se sometió a un sofisticadoCAT scan que básicamente demostró que no tenía ningún sangramiento”, explica elDr. Dabus. “Pero sí tenía un coágulo de sangre bastante grande bloqueando unode los vasos sanguíneos principales en el lado derecho de su cerebro. Al igualque con muchos de estos casos, estuvo incapacitado en ese momento. Estabaextremadamente sintomático. No podía mover su lado izquierdo y no podía hablarbien. Estos tipos de casos son verdaderas emergencias. Mientras más prontoactuemos, mientras más pronto entremos y podamos resolver el bloqueo del vasosanguíneo y restablecer el flujo de sangre al cerebro, mejor serán lasprobabilidades de que el paciente tenga una recuperación exitosa”.

Eso fue exactamente lo que ocurrió enel caso del Sr. Wright. Él se sometió inmediatamente a un procedimiento pararemover el coágulo, llamado una trombectomía. Y salió muy bien de eso. El Sr.Wright pasó varios días difíciles después de haber sido dado de alta de BaptistHospital, con períodos de desmayos o debilidad general que requirieron unascuantas estadías cortas en el hospital para recibir líquidos intravenosos.Ahora, casi tres meses después de su infarto cerebral, su vida casi ha vuelto ala normalidad, a medida que continúa con sus sesiones de fisioterapia.

El Dr. Dabus señala que él ha vistopacientes de COVID-19 con síntomas serios del coronavirus que también sufren deinfartos cerebrales, aunque estos casos representan un pequeño porcentaje delos pacientes de COVID-19.

“Estamos aprendiendo muchas cosas acercadel vínculo entre la COVID-19 y los infartos cerebrales”, dijo el Dr. Dabus. “Noshemos dado cuenta que los pacientes de COVID-19 tienen una mayor tendencia desufrir un infarto cerebral. Sin embargo, no es muy común para los pacientes deCOVID-19 – esto ocurren en alrededor de un 3 por ciento de los pacientes.Muchos de estos infartos cerebrales han sido bastante severos, y muchos deestos pacientes desarrollan oclusiones de los vasos grandes (cuando una arteriamás grande del cerebro está bloqueada), y desafortunadamente, a la mayoría deestos pacientes no les va muy bien”.

La COVID-19 y los coágulos de sangre

Las investigaciones han indicado quela COVID-19 puede causar infartos cerebrales como resultado de un “estadohipercoagulable” así como también como efecto del virus en la pared del vaso,causado por infección, dice el Dr. Dabus. Eso significa que los coágulos desangre se pueden formar fácilmente a través del cuerpo. “Algunos pacientestienen múltiples problemas, tales como embolias pulmonares (un bloqueo en losvasos sanguíneos de los pulmones, causado por un coágulo de sangre) y trombosisvenosa profunda (DVT por sus siglas en inglés), cuando las venas de las piernasse encuentran bloqueadas”, dice él.

El Sr. Wright se siente agradecido deestar recuperándose de un infarto cerebral tan serio, pero sí se preguntaacerca de la posible conexión con la COVID-19. “Yo definitivamente no eracandidato para un infarto cerebral. Eso verdaderamente me hace preguntarme porqué me pasó. Yo pienso que la causa tiene que ver con haber sido paciente deCOVID”.

Ahora su enfoque principal es volver asu rutina regular como oficial de policía, hombre de familia y entusiasta deejercicios.

“Todavía no he salido a correr, perosí estoy caminando un poco”, dice él. “También estoy haciendo fisioterapia yejercicios leves. Ahora estoy nuevamente estable y espero volver a lanormalidad pronto”.

“Me siento sumamente agradecido dehaber tenido un equipo médico tan profesional que intervino para que yo pudieratener una vida más saludable”.

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