Sobreviviente de un cáncer de cabeza y cuello, contento de volver al timón

A Arthur Swaun le encanta enfrentarse contra el atún, el pez vela y el dorado en las costas de los Cayos de Florida. Pero en marzo de 2023, recibió la noticia de que se vería envuelto en una batalla muy distinta y no deseada. Le diagnosticaron un cáncer de cabeza y cuello relacionado con el VPH.

“Me desperté una mañana, fui a afeitarme y tenía un bulto del tamaño de una pelota de golf en un lado del cuello”, cuenta este residente de Cutler Bay. “No empezó siendo pequeño y fue creciendo. Simplemente esa mañana literalmente estaba ahí”.

(No dejes de verlo: Cuando Arthur Swaun se paró frente al espejo una mañana, vio que tenía un bulto del tamaño de una pelota de golf en su cuello. Ve como lo médicos de Miami Cancer Institute curaron lo que resultó ser un cáncer de cabeza y cuello relacionado con el VPH.)

Los cánceres de cabeza y cuello pueden aparecer en las amígdalas, la lengua y en toda la boca, incluyendo en las encías, el paladar y las mejillas. También aparecen en las glándulas salivares, los senos paranasales, la nariz, la laringe y la parte inferior de la garganta. Si se detectan a tiempo, muchos cánceres de cabeza y cuello son curables.

“El Sr. Swaun se presentó de una forma muy común para el cáncer de garganta relacionado con el VPH, y es con una masa en el cuello”, dijo Noah Kalman, M.D., MBA, oncólogo radioterapeuta de Baptist Health Miami Cancer Institute que trató al Sr. Swaun.

Noah Kalman, M.D., MBA, oncólogo radioterapeuta de Baptist Health Miami Cancer Institute

Cada año se diagnostican cánceres de cabeza y cuello a unas 67,000 personas en los Estados Unidos, según el National Cancer Institute. El aumento de los casos, sobre todo entre los adultos jóvenes, se atribuye al incremento del virus del papiloma humano (VPH). Aunque el cuerpo combate las infecciones por VPH, el efecto del virus en ciertas células puede provocar cánceres relacionados con el VPH muchos años después, y algunos tipos de VPH tienen más probabilidades que otros de provocar cáncer.

El Sr. Swaun, de 57 años, estaba saludable antes de que le diagnosticaran el cáncer. “Crecí practicando todos los deportes que tenían pelota, y siempre he sido muy activo”, dijo. Cuando apareció el bulto, se preocupó, pero no se alarmó. “No hubo ningún aviso, no me dolió en lo absoluto. Si no lo hubiera visto, nunca habría sabido que algo andaba mal”.

Afortunadamente, el Sr. Swaun no pospuso la visita a su médico y acudió rápidamente a Miami Cancer Institute. Allí, además del Dr. Kalman, su equipo de atención incluía Geoffrey Young, M.D., jefe de cirugía de cabeza y cuello y vicepresidente del Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina Herbert Wertheim de Florida International University.

“Todo el equipo convirtió un proceso aterrador y físicamente agotador en un camino manejable, comprensible y tranquilizador hacia la recuperación», recuerda el Sr. Swaun.

Muchos pacientes con cáncer de cabeza y cuello se someten a cirugía como parte de su tratamiento, pero el Sr. Swaun no lo hizo. “Las pruebas determinaron que Art padecía una enfermedad locorregional y no vimos ninguna enfermedad fuera de la cabeza y el cuello”, explicó el Dr. Kalman. Se recomendó una combinación de radioterapia y quimioterapia.

El Sr. Swaun comenzó un tratamiento de terapia de protones, que envía haces de protones de alta potencia con precisión a un tumor, preservando los tejidos sanos cercanos y reduciendo los efectos secundarios de la radiación. El tratamiento dura típicamente siete semanas, con dosis diarias de radiación administradas de lunes a viernes. Como Miami Cancer Institute es líder en investigación, el Sr. Swaun pudo participar en un ensayo clínico y recibió sólo tres semanas de radioterapia en lugar de siete.

“Utilizamos un escán especial de tomografía por emisión de positrones (PET) que examina el suministro sanguíneo del tumor para determinar la eficacia del tratamiento, y vimos que estaba respondiendo bien al tratamiento, por lo que suspendimos la radiación al cabo de tres semanas”, explicó el Dr. Kalman. En lugar de someterse a 33-35 tratamientos de radiación, el Sr. Swaun recibió 15. “Eso nos ayuda a limitar la toxicidad durante y después del tratamiento”.

Después de la quimioterapia, el Sr. Swaun experimentó algunas náuseas y bajó de peso, pero la consulta con un nutricionista de Miami Cancer Institute le ayudó. Atribuye su buena salud actual a su esposa, Silvia, que siempre estuvo a su lado “dirigiendo el espectáculo” durante el tratamiento, y a su equipo de Miami Cancer Institute.

“Nunca me enfermo, así que no he tenido hospitalizaciones. Los hospitales me parecen muy estériles, poco acogedores. Este lugar es todo lo contrario. Es como si fuera un hotel o un Spa", dijo el Sr. Swaun. “La gente es increíble, desde el guardia de seguridad hasta los médicos. Son amigos de por vida. Me salvaron la vida”.

Aunque el Sr. Swaun siguió trabajando durante todo el tratamiento y se mantuvo activo, ahora él y su esposa vuelven a disfrutar de más tiempo en su bote. “Ahora estoy libre de cáncer. He recuperado mi peso. Me siento igual que antes”.

“A un año desde su diagnóstico, nos sentimos muy bien de cómo le va”, confirmó el Dr. Kalman. “No hay evidencia de ningún tumor y se ha recuperado totalmente de los efectos del tratamiento”.

La vacuna contra el VPH, que no estaba disponible cuando el Sr. Swaun era niño, ayuda a prevenir muchos de los cánceres causados por el virus, que es la infección de transmisión sexual más común en los Estados Unidos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. La vacuna se recomienda a niños y jóvenes de 9 a 26 años y se ofrece a adultos de 27 a 45 años. Habla con tu médico acerca de la necesidad de vacunarte.