Recuperó su vida después de un tumor pancreático inoperable

Si hay algo que Doug Woolard ha aprendido en la vida es el valor de contar con un equipo fuerte y bien preparado. Es una de las razones por las que buscó atención en Baptist Health Miami Cancer Institute luego de ser diagnosticado con un tumor pancreático inoperable.

El Sr. Woolard, director atlético jubilado de University of South Florida en Tampa, atravesó el estado en carro desde su casa en Clearwater para someterse a un tratamiento innovador en el Miami Cancer Institute con  Michael Chuong, M.D., director médico del Departamento de Oncología Radioterápica.

“Fui entrenador deportivo durante 15 años y director atlético a nivel universitario durante más de 20 años”, dice el Sr. Woolard, y añade que sabe un par de cosas sobre cómo montar una buena batalla. “Creo que hay muchos paralelismos. Cuando tienes una enfermedad como ésta, entiendes la importancia de los equipos y de la gente de la que estás rodeado”.

(No dejes de verlo: El director atlético jubilado Doug Woolard, conoce el valor de tener un equipo fuerte y bien preparado. Por eso, después de ser diagnosticado con un tumor pancreático inoperable, buscó atención en Miami Cancer Institute.)

El entrenamiento y la experiencia son fundamentales, afirma el Sr. Woolard. También es primordial la capacidad de abordar los retos de formas nuevas, elaborar estrategias y pivotear cuando es necesario. Dice que encontró todo eso en el Instituto, que forma parte de Baptist Health Cancer Care. “Me han devuelto la vida. Tengo la oportunidad de seguir disfrutando de mí mismo, de mi familia y de la vida. No creo que hubiera tenido esa oportunidad si no hubiera venido aquí”.

Opciones de tratamiento avanzadas para los pacientes

Miami Cancer Institute ha estado a la vanguardia internacional en el tratamiento de tumores pancreáticos utilizando el MRIdian Linac, el primer sistema de radioterapia guiada por resonancia magnética aprobado por la FDA. El sistema une la tecnología utilizada para los tratamientos de radiación con la resonancia magnética (RM o MRI en inglés), lo que permite la monitorización en tiempo real a medida que se administra la terapia.

Cuando la cirugía para extirpar el cáncer no es una opción, este sistema permite administrar de forma no invasiva y sin anestesia dosis muy altas de radiación ablativa en tan sólo una a cinco sesiones ambulatorias. Las investigaciones han demostrado que puede ser especialmente eficaz en el tratamiento del cáncer de páncreas, ya que en algunos casos duplica con creces la esperanza de vida y rara vez provoca efectos secundarios significativos.

Michael Chuong, M.D., director médico del Departamento de Oncología RadioterápicaBaptist Health Miami Cancer Institute

“Nos permite irradiar los tumores del abdomen con una precisión nunca vista hasta ahora”, afirma el Dr. Chuong. “Gracias a esta precisión y exactitud, podemos administrar una dosis tan alta de radiación que potencialmente podemos erradicar por completo incluso tumores muy grandes, algo que antes no se creía posible”.

La combinación de la radiación con la visualización en tiempo real permite a los oncólogos definir márgenes de tratamiento muy estrechos, evitando la exposición de otros órganos cercanos a la radiación. El sistema es tan avanzado que incluso se adapta al movimiento cuando el paciente respira.

“Estoy muy contento de que Doug haya obtenido unos resultados tan increíbles a pesar de enfrentarse a un tumor tan difícil. No sólo ha tolerado el tratamiento sin efectos secundarios importantes, sino que el dolor que le producía el tumor antes de que lo tratáramos también se le fue por completo y no ha vuelto a aparecer”, afirma el Dr. Chuong. “Y lo que es más importante, el tumor que tratamos desapareció por completo y no ha vuelto a aparecer después de varios años. Realmente, esto es un testimonio de cómo los avances en la tecnología y la radioterapia han llevado a la capacidad de erradicar los tumores de forma segura en un período de tratamiento mucho más corto y ofrecer a los pacientes la oportunidad de curación cuando se les dijo que no había esperanza antes de venir a Miami Cancer Institute”.

¿Por qué Miami Cancer Institute?

Al Sr. Woolard y a su esposa, Cherrie, les sorprendió su diagnóstico de cáncer de páncreas en 2021. Él había estado planeando un viaje desde Tampa para visitar a sus nietos cuando notó que su corazón se aceleraba, algo inusual en él porque es muy activo. Su cardiólogo le aconsejó que fuera a la sala de emergencias.

Al principio pensaron que podía tener los conductos biliares obstruidos, porque también tenía síntomas digestivos. Pero resultó ser un diagnóstico mucho más serio. “Sabíamos algo sobre el cáncer de páncreas y la noticia nos dejó devastados”, recuerda Woolard. “Probablemente aprendí más en las 48 horas siguientes sobre el cáncer de lo que jamás pensé que necesitaría saber”.

Al parecer, el cáncer se había detectado a tiempo, por lo que el Sr. Woolard viajó al Thomas Jefferson University Hospital de Filadelfia para someterse a una intervención de “Whipple” para extirpar la cabeza del páncreas, los conductos biliares, la vesícula biliar y parte del duodeno. Tuvo suerte de contar con esta opción. La inmensa mayoría de los casos de cáncer de páncreas no se detectan hasta que están avanzados, lo que elimina la posibilidad de una cirugía potencialmente curativa para más de la mitad de los pacientes.

Para el Sr. Woolard fue el comienzo de un largo y arduo camino de tratamiento. El cáncer se extendió a los ganglios linfáticos, por lo que fue tratado con 40 rondas de quimioterapia más cerca de casa, en Tampa. Un año después, durante este tratamiento, sus médicos descubrieron que el cáncer había hecho metástasis en el hígado, por lo que se le practicó una ablación mínimamente invasiva para destruirlo. Pero un año después, el tumor reapareció en el abdomen, en la zona de la intervención de Whipple.

“Me dijeron: 'Bueno, no eres candidato a la radioterapia convencional porque el tumor está rodeado por el intestino delgado y no eres candidato a la cirugía porque el tumor está rodeando un vaso sanguíneo importante' ”, recuerda el Sr. Woolard. “Eso no es lo que uno quiere oír”.

Entonces fue referido a Miami Cancer Institute, donde el Dr. Chuong estaba avanzando en la investigación y obteniendo resultados increíbles con el MRIdian Linac. “Me dijeron que era una de las personas más destacadas no sólo del país, sino de todo el mundo, que dominaba a la perfección este procedimiento, hasta el punto de que viaja enseñándolo a otros oncólogos radioterapeutas”, explica Woolard. “Le dije: '¡Me apunto! Cuenten conmigo'”.

Seguir adelante con la vida

Después de cinco sesiones de radioterapia altamente concentrada de unos 45 minutos cada una con el Dr. Chuong y su equipo, el Sr. Woolard y su esposa regresaron a casa.

El tumor del Sr. Woolard era difícil porque rodeaba algunos vasos sanguíneos críticos y estaba pegado a los intestinos, según el Dr. Chuong.  Pero dos años más tarde, no ha vuelto a aparecer. Más tarde se le trató de la misma forma otro foco de cáncer que apareció en la parte inferior del abdomen.

“Me complace mucho decir que, desde entonces, sus esca han demostrado que no hay indicios de cáncer activo en su cuerpo”, afirma el Dr. Chuong. “Es algo que hace tan sólo unos años no habríamos creído posible”.

El Sr. Woolard visita regularmente al Dr. Chuong y sigue tomando medicamento de inmunoterapia para ayudar a su cuerpo a reconocer y destruir las células cancerosas. Su vida está llena de actividades de jubilado: pickleball, golf, paseos en bote, viajes y visitas a sus dos hijos y cuatro nietos. Está agradecido por el tiempo que le han dedicado y porque Miami Cancer Institute y el Dr. Chuong formaran parte de su equipo.

El Dr. Chuong, que estudió medicina en University of South Florida, también se alegra de haber conocido al Sr. Woolard, con quien tiene una conexión especial. “Estoy encantado con los resultados de Doug y me siento afortunado de formar parte de su equipo de atención”, afirma. “Ha sido una verdadera lección de humildad”.

El Dr. Chuong afirma que es de esperar que el innovador tratamiento ofrecido al Sr. Woolard se generalice y se convierta en un tratamiento estándar.

“Es algo que no está disponible en la mayoría de los centros oncológicos de Estados Unidos, ni siquiera a nivel internacional”, afirma. “Aquí en Miami Cancer Institute hemos sido uno de los primeros pioneros de esta tecnología que nos permite ofrecer tratamientos muy sofisticados que tienen tasas de éxito increíblemente altas”.