
Los desmayos: Cuando acudir a la sala de emergencias o a un centro de atención de urgencias
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Los desmayos, también conocido por el término médico síncope, es una pérdida repentina y temporal del conocimiento que puede ocurrirle a cualquiera, incluso sin un problema de salud subyacente claro. El desmayo se produce cuando no llega suficiente sangre al cerebro.
Un episodio de desmayo suele durar menos de un par de minutos y la recuperación suele ser rápida. Es algo relativamente común, pero a menudo hace dudar a la gente sobre si debe buscar atención médica. ¿Cuándo es necesario acudir a la sala de emergencia (ER) o a un centro de atención de urgencias después de un desmayo y qué problemas de salud subyacentes pueden estar en juego?
En algunos casos, los desmayos tienen causas evidentes. Por ejemplo, podrías desmayarte por deshidratación o agotamiento por calor al trabajar o hacer ejercicio excesivo al aire libre. Si eres diabético y tu nivel de azúcar en la sangre baja demasiado, podrías desmayarte por un ataque de hipoglicemia. Pero si te desmayas y no tienes ni idea de la causa, debes consultar con tu médico lo antes posible.
Los desmayos pueden ser uno de varias señales de una condición seria, incluyendo una enfermedad cardíaca, explica Marcus St. John, M.D., cardiólogo intervencionista y director médico del laboratorio de cateterismo de Baptist Health Miami Cardiac & Vascular Institute.
Por lo general, hay dos tipos de casos que llegan al laboratorio de cateterismo, explica el Dr. St. John. Muchos son casos urgentes en los que los pacientes son trasladados desde la sala de emergencias con eventos cardíacos potencialmente mortales.
El Dr. St. John subraya que nadie debe ignorar los síntomas reveladores de un ataque cardíaco, como dolor o presión en el pecho, dificultad para respirar, náuseas o vómitos, sudoración profusa, mareos o desmayos.
“No es cuestión de que cada vez que se sienta una molestia en el pecho haya que correr a una sala de emergencias”, dice el Dr. St. John. “Pero las molestias que son severas, que se asocian a falta de aire, náuseas, vómitos, sudoración o desmayos – y que no desaparecen rápidamente – entonces sí que merecen atención urgente. Y si hay alguna duda sobre si podría tratarse de un ataque cardíaco, acudir a la sala de emergencias es realmente la mejor estrategia”.
Cuando acudir a la sala de emergencias vs. a un centro de atención de urgencias
Para muchos, un desmayo breve puede no justificar un viaje a la sala de emergencia. Sin embargo, varios factores deben guiar la decisión:
- Duración del desmayo: Si el episodio dura más de un minuto, o si la persona no recupera rápidamente el conocimiento, es crucial buscar ayuda médica inmediatamente. Un desmayo prolongado podría indicar una condición subyacente más seria.
- Edad: La edad desempeña un papel importante en la evaluación de los desmayos. Los adultos mayores (especialmente los mayores de 65 años) corren un mayor riesgo de sufrir problemas de salud serios que podrían causar desmayos. Si un adulto mayor se desmaya, es esencial que sea evaluado rápidamente.
- Problemas de salud subyacentes: Si la persona tiene problemas de salud preexistentes, sobre todo enfermedades cardíacas, diabetes o trastornos neurológicos, hay que ser precavido y buscar atención médica.
Problemas de salud subyacentes comunes
Los desmayos pueden deberse a una variedad de problemas de salud subyacentes, entre los que se incluyen:
- Problemas cardiovasculares: Condiciones como arritmias, ataques cardíacos o problemas estructurales del corazón pueden provocar desmayos. Un problema cardíaco no diagnosticado suele ser motivo de grave preocupación.
- Problemas metabólicos: Las personas con diabetes pueden sufrir bajadas de azúcar, que pueden provocar desmayos. La deshidratación y los desbalances electrolíticos también son causas frecuentes.
- Condiciones neurológicas: Las convulsiones, los accidentes isquémicos transitorios (AIT) u otros trastornos neurológicos pueden manifestarse como desmayos.
- Otras causas: Factores situacionales como el agotamiento por calor, permanecer de pie durante mucho tiempo o el síncope vasovagal inducido por el estrés pueden desencadenar desmayos, pero es posible que no requieran una intervención de urgencia a menos que los síntomas persistan o empeoren.
La “presión arterial errática” es un trastorno de salud caracterizado por fluctuaciones de la presión arterial que son imprevisibles o no tienen una causa obvia. Los mareos, el aturdimiento o los desmayos son posibles síntomas de un descenso repentino de la presión arterial. Son extremas, a diferencia de las fluctuaciones normales, explica Adedapo Adeyinka Iluyomade, M.D., cardiólogo preventivo de Baptist Health Miami Cardiac and Vascular Institute.
“Una persona con presión arterial errática puede tenerla elevada en un momento dado, pero luego bajarla a un nivel considerablemente más bajo en cuestión de minutos u horas, sin seguir ningún patrón discernible ni tener una causa aparente”, dice el Dr. Iluyomade.
Pruebas recomendadas para los pacientes
Si un paciente se ha desmayado pero por lo demás parece estar saludable, es vital realizar una evaluación exhaustiva:
- Evaluación inicial: El primer paso consiste en comprobar los signos vitales, obtener el historial médico y realizar un examen físico.
- Posibles pruebas:
- ECG/EKG: Esta prueba ayuda a evaluar el ritmo cardíaco y puede identificar arritmias u otros problemas relacionados con el corazón.
- Análisis de sangre: El análisis de los niveles de azúcar en la sangre, los electrolitos y otros marcadores metabólicos proporciona información sobre posibles problemas subyacentes.
- Diagnóstico por imagen: Dependiendo del caso, puede estar justificado realizar un ecocardiograma o un estudio de imagen cerebral para investigar más a fondo.
- Seguimiento: Si no se detectan problemas significativos, puede recomendarse un seguimiento y ajustes al estilo de vida para prevenir futuros episodios.
Los desmayos pueden ser alarmantes, por lo que es fundamental saber cuándo buscar ayuda médica. Si tú o alguien que conoces sufre un desmayo, especialmente en circunstancias preocupantes – como pérdida prolongada de conciencia, edad avanzada o problemas de salud preexistentes – no dudes en buscar atención médica de inmediato. Consulta siempre con tu proveedor de atención de salud para obtener asesoramiento personalizado y atención de seguimiento.