Sobreviviente de cáncer de endometrio acredita supervivencia a la persistencia de su oncólogo

A veces, incluso las pruebas médicas y la tecnología más sofisticada no pueden compararse con la experiencia y la intuición de un médico. Sólo hay que preguntarle a Edith Odabashian, cuyo oncólogo de Lynn Cancer sospechaba que había algo en su salud que múltiples pruebas distintas no habían podido confirmar.

La Sra. Odabashian, una diseñadora de moda jubilada de origen alemán que ha hecho de Pompano Beach su hogar durante más de 30 años, comenzó a experimentar algunos síntomas inusuales en marzo del 2021 que pensó que podían estar relacionados con un quiste ovárico. Había tenido el quiste durante décadas y estaba siendo seguida anualmente por su ginecólogo,

Michael Fleischer, M.D. de Boca Raton Regional Hospital, que forma parte de Baptist Health South Florida. Fue el Dr. Fleischer quien la había referido al Lynn Women’s Institute para sus mamografías anuales.

La Sra. Odabashian recuerda el comienzo de sus síntomas. “Un día estaba de compras, empujando mi carrito, y sentí un dolor agudo. A la semana siguiente, empecé a experimentar líquido que drenaba de la vagina y dolor, así que fui a ver al Dr. Fleischer de inmediato”, recuerda ella. “Me hizo algunas pruebas y un ultrasonido confirmó que el quiste ovárico seguía ahí, y también mostró que había una gran cantidad de líquido en el útero”. El Dr. Fleischer pidió una prueba de antígeno sanguíneo CA-125 para la Sra. Odabashian. Los resultados salieron “altos”, le dijo, lo que significaba que existía la posibilidad de que tuviera cáncer. 

Algo no estaba bien. El dolor de la Sra. Odabashian y el drenaje de líquido de su vagina continuaron. La presencia de cualquier drenaje de líquido o secreción de la vagina o cualquier sangrado vaginal en pacientes como la señora Odabashian que ya han pasado por la menopausia es anormal y a menudo es una señal temprana de cáncer de útero. 

El Dr. Fleischer refirió a su paciente a Thomas Morrissey, M.D., Director de Oncología Ginecológica de Lynn Cancer Institute que forma parte de Boca Raton Regional Hospital y de

Baptist Health South Florida. Como parte de su evaluación, el Dr. Morrissey ordenó una tomografía computarizada del abdomen y la pelvis.

“La señora Odabashian se sometió a una tomografía computarizada que reveló un engrosamiento irregular del revestimiento de su útero”, recuerda el Dr. Morrissey, añadiendo que probablemente ésta era la causa del nuevo drenaje vaginal que estaba experimentando. “Sin embargo, algo no estaba normal y necesitábamos determinar si era cáncer o no “. Una biopsia del revestimiento uterino realizada en su consulta mostró células atípicas sospechosas de cáncer.

Dado que ya había superado la edad fértil – “Una señora no divulga su edad”, dice riendo – el Dr. Morrissey recomendó una histerectomía total, es decir, la extirpación del útero y los ovarios. “Eso me sorprendió mucho”, recuerda la Sra. Odabashian. 

Aunque confiaba plenamente en el Dr. Morrissey, la Sra. Odabashian estaba reacia a aceptar su recomendación de operarse. Pero entonces, dice, ocurrió algo que la hizo cambiar de opinión. Como mujer profundamente religiosa, dice que un día Dios le habló. “Sólo me dijo una palabra: ‘Cáncer’. Y eso era todo lo que necesitaba, así que programé mi cirugía con el Dr. Morrissey, y supe que Dios nos mostraría dónde estaba mi cáncer”.

Poco después, la Sra. Odabashian se sometió a una histerectomía total laparoscópica asistida por robot y a la extirpación de las trompas de Falopio y los ovarios. Según el Dr. Morrissey, este método de vanguardia tiene incisiones más pequeñas, un tiempo de recuperación más rápido y una vuelta más rápida a las actividades normales. “Las pacientes suelen irse a casa del hospital el mismo día”, dice él.

El útero de la Sra. Odabashian se envió al laboratorio de patología para su análisis durante la operación. Efectivamente, dio positivo para el cáncer. “Se trataba de un cáncer muy temprano en el revestimiento endometrial del útero”, explica el Dr. Morrissey, que le diagnosticó un cáncer de endometrio en estadio 1A. “Sólo había crecido un 20% en la pared uterina, por lo que afortunadamente pudimos detectar y tratar su cáncer en una fase muy temprana”. Como el cáncer se detectó tan pronto, no fue necesario ningún tratamiento adicional, dice él.

El cáncer de endometrio es el cáncer ginecológico más común, dice el Dr. Morrissey, con más de 80,000 casos diagnosticados cada año. “También es el más curable, si se detecta a tiempo”, subraya. “Cualquier sangrado vaginal o nueva secreción o drenaje vaginal en pacientes posmenopáusicas es anormal. Si una mujer está en la menopausia y tiene cualquier sangrado o flujo vaginal o drenaje de líquido, debe ser evaluada de inmediato por un ginecólogo.” 

Por su parte, la Sra. Odabashian está agradecida al Dr. Morrissey por su persistencia con su caso. “Me siento muy afortunada. Hasta ese momento, todos los informes de laboratorio habían dicho que no tenía cáncer y todos mis familiares me decían que no tenía cáncer”, dice ella. “Pero el Dr. Morrissey pensaba que sí tenía cáncer y fue persistente en este punto. Y tenía razón. Me salvó la vida”.

Estos días, la Sra. Odabashian se siente mejor y vuelve a su rutina diaria con la ayuda de una asistente de salud a domicilio. Ella continúa acudiendo al Dr. Morrissey y al Dr., Fleischer cada seis meses y se mantiene al día con sus mamografías y otras pruebas de detección médicas. Dice que, siempre que es posible, prefiere que le atiendan sus necesidades de atención de salud en Boca Raton Regional Hospital, que es la cede de Lynn Cancer Institute, Lynn Women’s Health & Wellness Institute y otros programas y servicios principales.

“Quedé muy impresionada con el Lynn Women’s Institute y con Lynn Cancer Institute”, dice la Sra. Odabashian. “La gente era muy amable y me trataron muy bien. Tenían los equipos más modernos y me dieron los resultados de las pruebas rápidamente. Y, por supuesto, me cuidaron muy bien con mi cáncer”.