Investigación

Desmitificando mitos médicos comunes

¿Recuerda oírle decir a su mamá que esperara una hora antes de ir a nadar? ¿Aun sigue este consejo?

Hablando de agua, ¿toma suficiente? ¿Ve a muchos compañeros de trabajo que caminan con botellas de agua en la mano y le hacen saber que están haciendo un régimen especial que requiere que tomen más agua?

Estos son solo dos ejemplos de “verdades” que usted puede haber oído basadas en esos antiguos mitos relacionados con la salud. (Las verdades sobre nadar después de las comidas y las dietas con agua se revelan en la sección mitos/verdades debajo).

“Es importante que usted consulte con su médico antes de aceptar cualquier creencia relacionada con la salud como cierta, especialmente si esta envuelve tratamientos auto recetados”, dice Rosendo Collazo, M.D., internista con el Baptist Health Medical Group en Baptist Hospital.

Los mitos comunes de la salud pueden permanecer en las familias y culturas durante generaciones. La mayoría de los médicos primarios y los especializados en práctica familiar están muy familiarizados con muchas de estas rumoreadas condiciones, causas o tratamientos.

Aquí tiene cinco mitos que el Dr. Collazo escucha con frecuencia, así que los estamos explorando con un poco más de profundidad y desmitificando supuestas creencias de salud:

Mito: Comer maní mientras está embarazada puede causar alergias al niño.

  • Verdad:
    Las alergias al maní son unas de las causas más comunes de reacciones severas a comer ciertos tipos de alimentos. El maní puede resultar en anafilaxia, el rápido desarrollo de reacciones alérgicas por todo el cuerpo, incluyendo inflamación de la garganta, erupciones con picazón y respiración silbante. Algunos estudios sugieren que las alergias al maní se están volviendo más comunes en la generación actual de niños. Pero, ¿podemos esperar que una madre pase tal alergia a su futuro hijo por comer maní?

A este mito no le falta base, ya que parece que hay algún tipo de trasmisión materna de la alergia al maní cuando la madre es alérgica al mismo.

Aunque hay varios estudios que apoyan el lazo entre el consumo de la madre de maní y un aumento de riesgo para alergia al maní por parte del bebé, también hay otros muchos estudios que han encontrado que no hay tal. Basado en los resultados de la mayoría de los estudios, la creencia actual predominante es que la ingestión de maní durante el embarazo no aumenta el riesgo de una alergia del niño al maní.

La realidad es que si usted tiene alergia al maní y está embarazada, debe consultar a su médico. Si usted no padece tal alergia, no hay evidencia que sugiera que su hijo la adquirirá por sus hábitos alimenticios personales.

Mito: Toser puede ayudar a evitar un ataque cardiaco.

  • Verdad:
    Toser no ayuda en el caso de un ataque cardiaco. Llamar al 911 después de reconocer los signos de aviso es lo mejor que puede hacer, además de iniciar RCP si la persona que está ayudando está capacitada para hacerlo. Aparentemente, hace unos años se propagó como una enfermedad contagiosa un correo electrónico asegurando que cualquiera que advierta los síntomas de un ataque cardiaco mientras está solo, debe toser “repetida y vigorosamente, alternándolo con una respiración cada dos segundos más o menos hasta que llegue ayuda, o (regresa un latido cardiaco normal)”.

Incorrecto dice la American Heart Association.

El rumor pudo haber estado influenciado por la técnica de toser conocida como “tos RCP” que los médicos han estado utilizando en los hospitales  para tratar latidos cardiacos irregulares en pacientes monitoreados durante procedimientos de cateterismo cardiaco. En estos casos, si un paciente que está alerta desarrolla un latido cardiaco irregular, podría posiblemente mantener la circulación de sangre al cerebro y permanecer consciente durante unos cuantos segundos si tose vigorosamente – mientras el médico le atiende.

Según la American Heart Association, la RCP tradicional no se utiliza para tratar víctimas de ataques cardiacos que están conscientes – sino solamente si el ataque cardiaco es seguido por un arresto cardiaco.

Mito: La hepatitis B es una enfermedad rara, así que no tengo muchas probabilidades de contagiarme.

  • Verdad:
    De acuerdo con la World Health Organization, la hepatitis B es un virus que infecta el hígado, y una de las enfermedades más infecciosas en el mundo. Se disemina a través de contacto con sangre y fluidos corporales de una persona afectada. Más de un tercio de la población mundial se encuentra aquejada con el virus de la hepatitis B. Mundialmente, cerca de 400 millones de personas están crónicamente infectadas, dice WHO, aumentando la oportunidad de que puedan contraer una enfermedad hepática grave y cáncer del hígado. WHO urge a todos los que puedan correr riesgo de hepatitis B para que visiten a un profesional y se hagan las pruebas.

Mito: ¿Beber agua le ayuda a perder peso?

  • Verdad:
    Simplemente añadir agua a su dieta no le ayudará a perder peso. Sin embargo, podría haber beneficios en esta estrategia si beber más agua significa beber menos refrescos o bebidas con azúcar añadida. El solo hecho de añadir agua a una dieta normal no produce pérdida de peso, a menos que usted de pasos para reducir su ingesta calórica y comience un programa de ejercicio regular. Para perder de peso, nada resulta más efectivo que mejorar la dieta y estar más activo, dice el Dr. Collazo.

Beber agua también ayuda a mantener el equilibrio apropiado del cuerpo. Y es esencial para reemplazar las grandes cantidades de agua perdidas cada día.

Pero beber más agua no es una fórmula de dieta mágica.

Mito: Tengo que esperar una hora después de comer antes de ir a nadar.

  • Verdad:
    Nadie sabe exactamente cómo empezó este mito en el que los padres han dicho a sus hijos durante generaciones que esperen una hora después de comer antes de siquiera acercarse a una piscina, lago o playa. Esta sabiduría convencional luce haber surgido en los años 1950 y 1960 cuando las preocupaciones sobre seguridad en el agua eran mucho más laxas y había menos salvavidas vigilando a los nadadores que corrieran peligro. La verdad es que esto es un mito. La sangre circula a nuestros estómagos para absorber nutrientes después de ingerir una comida fuerte. Pero hay suficiente sangre restante para entregar oxígeno y retirar productos de deshecho en otras partes del cuerpo. Esta fuerte demanda de sangre no causa calambres que pudieran ser peligrosas si nada.

Sin embargo, hay límites. Se recomienda mucho que espere al menos entre dos y tres horas después de una comida normal antes de comenzar a hacer ejercicios para permitir que la comida corra su curso a través del estómago. Pero esto depende totalmente del individuo y cuánto ha comido.

El Dr. Collazo dice que aunque los mitos médicos son relativamente inofensivos si se observan, otros como los mencionados arriba y muchos mitos relacionados con dietas pudieran no serlo, por lo que es mejor preguntar a su médico para estar seguro.

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