‘El cáncer no va a ganar’ – A los 29 años luchó contra el cáncer de seno con cirugía, quimioterapia y radioterapia de protones – y también se casó.

Según todos los indicios, Domenica Fuller era la viva imagen de la salud: a los 29 años, era corredora habitual que se preocupaba por llevar una alimentación saludable y usar protección solar. Entonces, un día del verano pasado, dijo que mientras se duchaba, se hizo un autoexamen de los senos.

“Para ser sincera, no me los hacía regularmente, lo que me avergüenza decir ahora”, recuerda la Sra. Fuller. “Me hice un autoexamen de los senos y sentí algo duro en mi seno izquierdo. Y no era un bulto. Sólo era algo que se sentía como una uva congelada en mi seno”.

Al principio, su médico no se alarmó, teniendo en cuenta que tenía un tejido mamario denso. Pero la Sra. Fuller dijo que su padre había muerto recientemente de cáncer de pulmón, “así que mi familia se lo tomó muy en serio”. Fue entonces cuando acudió a Baptist Health Miami Cancer Institute y al cuidado de Joseph Panoff, M.D., oncólogo radioterápico del Instituto especializado en el tratamiento del cáncer de seno.

Fue diagnosticada con un carcinoma ductal en fase 3, lo que significa que el cáncer de seno se ha extendido más allá de la región inmediata del tumor y puede haber invadido los ganglios linfáticos y los músculos cercanos.

“Y una semana más tarde estaba en la sala de operaciones sometiéndome a una doble mastectomía”, dijo. “Para ser sincera, me dio mucho miedo porque soy una chica de 29 años sin ninguna predisposición genética. Soy corredora, me alimento bien, me pongo protección solar todos los días. Y decir que fue un shock es quedarse corto. Toda mi familia acababa de pasar por la pérdida de mi papá”.

La Sra. Fuller añade un dato vital más: la operación – y el comienzo de una quimioterapia muy intensa y de la radiación con protones – tuvo lugar tres meses antes del día de su boda. La terapia de protones en el Instituto, también conocida como terapia de haces de protones, es un tratamiento de radiación que emite con precisión un haz de protones para interrumpir y destruir las células tumorales, evitando al mismo tiempo el tejido y los órganos sanos.

“Fueron entre ocho y nueve meses de tratamiento muy intenso”, dijo. “Y de hecho estaba con cuatro rondas de quimioterapia durante mi boda y nadie lo supo porque, para ser sincera, se puede fingir el cáncer. Pero para mí… el cáncer no va a ganar. Voy a tener un día de boda”.

El tratamiento postoperatorio de la Sra. Fuller tuvo sus retos, dijo el Dr. Panoff. “Es extremadamente joven – 29 años cuando la traté – y su tumor estaba en el lado izquierdo, lo que significa que está cerca del corazón y los ganglios linfáticos que tuvimos que tratar también estaban cerca del corazón”, explica. “Esto representa un reto anatómico porque queríamos asegurarnos de que la dosis evitara su corazón, lo cual es obviamente muy importante”.

Miami Cancer Institute ha sido pionero en la terapia de protones en el Sur de la Florida. Desde su apertura en 2017, los expertos del Instituto han tratado a más de 800 pacientes con terapia de protones, ofreciendo la forma más avanzada de tecnología de escaneo de haz de lápiz (PBS) disponible en la actualidad.

Joseph Panoff, M.D., oncólogo radioterápico del Miami Cancer Institute.

La terapia de protones fue la mejor opción para la Sra. Fuller, añade el Dr. Panoff, porque “el haz se detiene en un punto del espacio. Esto nos permite adaptar el tratamiento y evitar que cualquier dosis pase de un punto determinado”.

El Dr. Panoff tiene grandes elogios para la paciente.

“La historia de Domenica es única por varias cosas”, explica. “Una, es joven. Alguien de 29 años no suele tener que enfrentarse a un cáncer de seno localmente avanzado y a todos los detalles del tratamiento y las dificultades que conlleva. Ella lo ha afrontado de forma increíble. Es una persona muy fuerte que realmente se superó. Se le enfrentó y luchó contra él, y fue una gran paciente”.

Para los pacientes, el enfoque de equipo del Instituto es un componente vital del tratamiento.

“Contar con un equipo multidisciplinario es lo que realmente distingue a un centro oncológico como centro de excelencia”, dijo el Dr. Panoff. “Es lo que hace que Baptist Health Miami Cancer Institute sea un centro oncológico de cinco estrellas”. Con frecuencia, como en el caso de Domenica, el tratamiento es complicado. Y el paciente necesita saber que todos estamos con él. El equipo es extremadamente importante. Tenemos un equipo sólido que se compromete al cien por cien con el paciente”.

La Sra. Fuller está totalmente de acuerdo. Destaca del Instituto “la atención y la comprensión de que no soy sólo una paciente. Soy una persona. Eso es lo que se obtiene en Miami Cancer Institute”. En el caso de la Sra. Fuller, el equipo del Instituto la colmó de algo más que atención y comprensión.  “De hecho, las enfermeras me organizaron una despedida de soltera durante la quimioterapia”.

Para marcar el fin de su tratamiento, la Sra. Fuller hizo sonar la campana ceremonial de Miami Cancer Institute.

“Toqué la campana después de ocho meses de tratamiento y había como 20 enfermeros y médicos allí”, dijo. “Fue triste dejarlos, sinceramente. Me alegré de terminar mi tratamiento, pero había hecho conexiones muy profundas durante lo que fue la parte más difícil de mi vida”.