Investigación

El vínculo entre el alcohol, el estilo de vida y el cáncer de seno

Mientras que la evidencia demuestra que la genética y la historia familiar tienen un gran impacto en el riesgo de una mujer para desarrollar el cáncer de seno, los factores de estilo de vida que incluyen el peso, el tabaquismo, la frecuencia del ejercicio y el consumo de alcohol también juegan un importante papel.

El consumo de alcohol y el cáncer de seno

Justo cuando los oficiales de salud habían comenzado a suavizar su dura posición en contra del consumo de niveles moderados de alcohol debido a sus aparentes beneficios para el corazón, un estudio reciente demuestra que inclusive un consumo ligero de alcohol – el equivalente a una copa de vino al día para mujeres y dos copas del vino al día para hombres – puede aumentar el riesgo para desarrollar el cáncer de seno.

Este estudio, publicado en la edición de junio de 2016 de la revista Alcoholism: Clinical and Experimental Research, demostró una relación causal entre el consumo de alcohol y el cáncer de seno. El mismo encontró que un estimado de 144,000 casos de cáncer de seno y 38,000 muertes por cáncer de seno a nivel mundial en el 2012 eran atribuibles al alcohol, con un 19 por ciento de esos casos y un 17.5 por ciento de esas muertes ocurriendo en mujeres que eran consideradas consumidoras ligeras de alcohol según las directrices actuales. Además, el consumo del alcohol ha estado fuertemente vinculado con el desarrollo del cáncer de la cabeza y el cuello, el cáncer de esófago, el cáncer de hígado y el cáncer colorrectal.

Las investigaciones estiman que un 6 por ciento de las muertes por cáncer a nivel mundial son atribuibles al consumo del alcohol.

Los estudios contradictorios causan confusión

Jane Arboleda, ARNP, una enfermera practicante con el Programa de Supervivencia de Miami Cancer Institute dice que los hallazgos de estudios contradictorios, como se han visto con el alcohol y el cáncer de seno, pueden ser confusos para muchas personas. Ella quiere ayudar a sus pacientes y al público en general a entender que el vínculo entre los riesgos para el cáncer y los factores de estilo de vida tales como el consumo de alcohol, ha sido lo suficientemente fuerte como para justificar la acción.

“Nosotros no consideramos sorprendentes los resultados de este estudio reciente. Cuando trabajamos con nuestros pacientes para reducir sus probabilidades de sufrir una recurrencia de cáncer, nos enfocamos en los factores de riesgo que se pueden modificar”, dijo ella. “El consumo del alcohol es uno de esos factores que estamos tratando de limitar”.

Otros cambios de estilo de vida

Además, Arboleda y sus colegas en el Centro de Apoyo al Paciente de Miami Cancer Institute recomiendan a sus pacientes que se enfoquen en otros factores de estilo de vida que han sido comprobados a contribuir al aumento en el riesgo para el cáncer de seno.

• Mantener un peso saludable. En el 2007, la obesidad contribuyó a alrededor de un 4 por ciento de los nuevos casos de cáncer en los hombres y a un 7 por ciento de los nuevos casos de cáncer en las mujeres, según un estudio usando datos de Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales (SEER por sus siglas en inglés) del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) para pronosticar las futuras incidencias. Los investigadores encontraron que si cada adulto estadounidense promedio perdiera 2.2 libras, se podrían prevenir 100,000 nuevos casos de cáncer para el año 2030.

• Hacer ejercicios regularmente. Un estudio publicado en mayo encontró que el ejercicio moderado regular ayudó a reducir el riesgo de desarrollar 13 tipos de cáncer incluyendo el cáncer de seno. La Sociedad Americana del Cáncer recomienda que las personas adultas hagan por lo menos 150 minutos de actividad moderada o 75 minutos de actividad vigorosa (o una combinación de estas) cada semana para reducir el riesgo de cáncer de una persona. Arboleda dice que el exceso de células de grasa en el cuerpo puede producir estrógeno e inflamación crónica en el cuerpo, y ambos contribuyen al desarrollo del cáncer. El ejercicio ayuda a reducir esas células de grasa.

• Dejar de fumar. Mientras que la mayoría de las personas creen que el tabaquismo causa el cáncer de pulmón, muchas personas aún no saben que el tabaco se ha visto vinculado con alrededor de 20 otros tipos de cáncer, además del cáncer de seno según los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés). Se ha demostrado que las toxinas que contiene el humo de los cigarrillos y el tabaco alteran la composición de las células y reducen la capacidad del cuerpo para prevenir el crecimiento de la enfermedad.

Por supuesto antes de seguir estas recomendaciones, es mejor discutir los beneficios y los riesgos con su médico.

Yendo a lo seguro

“La investigación médica y científica puede ser confusa para las personas que no conozcan los antecedentes detrás de la los estudios”, dijo Arboleda. “Por eso nosotros como profesionales de la salud, repasamos los hallazgos y recopilamos todos los datos para ayudar a nuestros pacientes a entender. No existe una manera segura de prevenir el cáncer de seno o de eliminar su riesgo por completo, pero con el apoyo de la evidencia para modificar los factores para reducir su riesgo, ¿por qué no ir a lo seguro?”

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