5 cosas que nunca haría como neurólogo cognitivo

Hay una pregunta que se hace con frecuencia a los neurólogos cognitivos, y suele ser sobre cómo prevenir el deterioro de la salud cerebral a medida que se envejece. G. Peter Gliebus, M.D., neurólogo y director de Neurología Cognitiva y Conductual de Marcus Neuroscience Institute, que forma parte de Baptist Health, en Boca Raton Regional Hospital, está bastante familiarizado con este tipo de preguntas.

G. Peter Gliebus, M.D., neurologist and director of Cognitive and Behavioral Neurology at Marcus Neuroscience Institute, part of Baptist Health, at Boca Raton Regional Hospital.

A menudo le preguntan qué hábitos o acciones evitaría como neurólogo cognitivo. La respuesta es polifacética. “La gente me pregunta con frecuencia: 'Cuáles son las cinco cosas que nunca harías'. Pues aquí están”, dice el Dr. Gliebus. He aquí las cinco cosas que hay que priorizar tanto para la salud cerebral como para la salud general, y por qué son esenciales para cualquiera que busque proteger su función cognitiva a medida que envejece.

1. Nunca ignoraría mi corazón

La salud del corazón desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la función cognitiva, e ignorar la salud cardiovascular puede aumentar el riesgo de sufrir trastornos neurológicos. Como explica el Dr. Gliebus, “lo que es bueno para el corazón es bueno para el cerebro”.

Por ejemplo, si tienes la tensión arterial alta, el colesterol alto u otras condiciones que aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas, estas mismas condiciones también pueden aumentar el riesgo de enfermedades cerebrales. Tratar estos factores de riesgo cardiovascular – mediante medicamentos, dieta o cambios en el estilo de vida – tiene un beneficio directo para la salud cerebral. “Cualquier cosa que deba tratarse, como la presión arterial alta o el colesterol alto, o para reducir el riesgo de enfermedad cardíaca, reducirá el riesgo de enfermedad cerebral”, dice el Dr. Gliebus.

2. Nunca dejaría de dormir

Dormir no es un lujo; es una necesidad para el funcionamiento óptimo del cerebro, y nunca se debe subestimar su importancia. El sueño desempeña un papel fundamental en la consolidación de la memoria, el procesamiento cognitivo y la regulación emocional. De hecho, la falta de sueño se ha relacionado con el deterioro cognitivo y con un mayor riesgo de desarrollar demencia.

El Dr. Gliebus subraya la importancia del sueño para la salud cerebral: “El sueño es extremadamente importante para nuestra función cerebral y para la formación de la memoria”. Cuando dormimos, nuestro cerebro experimenta importantes procesos que ayudan a almacenar recuerdos, eliminar productos de desecho y fortalecer las conexiones neuronales.

Desafortunadamente, en el acelerado mundo de hoy, a menudo se sacrifica el sueño en favor del trabajo o los compromisos sociales. Pero el doctor Gliebus hace hincapié en que un sueño constante y de calidad es un pilar esencial para mantener la salud cognitiva.

3. Nunca dejaría de lado mis sentidos

Nuestras experiencias sensoriales – la vista y el oído, en particular – forman parte integral de nuestra salud cognitiva. En la mediana edad, un deterioro de la visión o la audición puede tener algo más que un impacto inmediato en la calidad de vida. Según estudios recientes, también puede aumentar el riesgo de desarrollar problemas cognitivos en el futuro, incluyendo la demencia.

El Dr. Gliebus señala: “Se sabe que una visión reducida y una audición reducida en la mediana edad pueden aumentar el riesgo de desarrollar demencia en el futuro”. La privación o las deficiencias sensoriales no tratadas pueden provocar deterioro cognitivo porque nuestro cerebro depende de la información que le llega a través de los sentidos para procesar e interpretar el mundo que nos rodea. Cuando la visión o la audición se deterioran, el cerebro se ve obligado a trabajar más para compensar, lo que en última instancia puede poner a prueba la función cognitiva.

Ya sea usando lentes correctores o usando audífonos para amplificar el sonido, es importante asegurarse de que su cerebro no esté trabajando horas extras para llenar los vacíos que sus sentidos podrían estar proporcionando.

4. Evite actividades que aumenten el riesgo de lesiones cerebrales

Las lesiones cerebrales, especialmente las sufridas en etapas posteriores de la vida, son un factor de riesgo significativo de deterioro cognitivo y demencia. Aunque algunas formas de lesión cerebral, como las conmociones cerebrales, son evidentes, otras pueden ser sutiles y producirse sin síntomas inmediatos. Como neurólogo, el Dr. Gliebus sabe que una lesión que parece menor en ese momento puede tener consecuencias a largo plazo para la salud cerebral.

El Dr. Gliebus aconseja: “Evita las actividades que tienen un mayor riesgo de lesión cerebral porque se sabe que aumentan el riesgo de demencia en el futuro”.

Ya sea llevando casco en los deportes de contacto, usando el cinturón de seguridad al conducir un auto o teniendo cuidado con las caídas (sobre todo a medida que envejecemos), proteger el cerebro de las lesiones es una medida preventiva clave. Incluso los pequeños accidentes que provocan un golpe en la cabeza pueden acumularse con el tiempo, dando lugar a problemas cognitivos más adelante.

5. Nunca fumaría y reduciría el consumo de alcohol

Dos de las elecciones de estilo de vida que más afectan a la salud cerebral son el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol.

El Dr. Gliebus lo tiene claro: “No fumar y, por supuesto, reducir la cantidad de alcohol que consumimos”. El tabaquismo se asocia desde hace tiempo a un mayor riesgo de deterioro cognitivo, infarto cerebral y otras condiciones neurológicas, además de cáncer de pulmón, otros tipos de cáncer y enfermedades cardíacas.

Del mismo modo, aunque el consumo moderado de alcohol puede no tener un efecto perjudicial inmediato, beber en exceso a lo largo del tiempo puede provocar problemas de memoria, encogimiento cerebral y un mayor riesgo de demencia. Estos hábitos no sólo perjudican la salud física, sino que también pasan factura al cerebro.

El Dr. Gliebus ha comprobado que los factores relacionados con el estilo de vida desempeñan un papel fundamental en la salud del cerebro. Los hábitos más saludables que adoptes hoy pueden compensarte en el futuro con una mejor salud cognitiva y una mayor calidad de vida. “Si están pendiente de estas cinco cosas, reducirás el riesgo de demencia”, añade.